Uno de los imputados sentados en el banquillo, en libertad, debería haber ingresado en prisión el pasado 30 de octubre por las amenazas a la familia sentenciadas por la Audiencia de Ourense

El jurado del caso Collarte valorará las amenazas a la hija

Días Pereira, Gerardo Torres y Luis Sánchez Lavandeira. (Foto: Vicente Alonso)
El magistrado portugués que integra el tribunal que juzga -junto a un jurado popular- a los cuatro acusados de secuestrar al ourensano Guillermo Collarte admitió ayer en el proceso la sentencia de la Audiencia de Ourense en la que se condena al ex concejal del CDS-PP de Valença José Lopes y al también portugués Víctor Manuel Dias Pereira Barreto a tres años y ocho meses al considerarlos autores de las amenaza telefónicas recibidas por la hija del desaparecido, Berta Collarte.
En el segundo caso, el condenado debería haber ingresado en prisión el pasado 30 de octubre, siendo notificado por última vez el 15 de noviembre, ya iniciado el juicio de Valença. En estos momentos, el supuesto sicario que presuntamente hizo desaparecer a Collarte, está en busca y captura en España, aunque la orden aún no ha sido ejecutada al no haber sido informada oficialmente la policía portuguesa, algo que podría tener lugar en los próximos días. El tercer condenado, en este caso a un año y seis meses, en esta causa es el luso Joao Mateus, que declaró en el juicio durante su primer jornada y no respondió a las preguntas del Ministerio Público ni de la acusación aludiendo problemas de memoria.

La jornada estuvo dedicada a las declaraciones de los testigos de las defensas encargados de dar testimonio del buen carácter de los acusados. La primera fue la hija del ex concejal de Valença José Lopes, quien aseguró que como contable de los negocios de su padre, éste nunca hizo pagos ilícitos al otro acusado, Víctor Manuel, conocido como el 'sicario'. La mujer recordó que el dinero que supuestamente el antiguo edil, ahora gravemente enfermo, le entregó a este imputado sería resultado del traspaso de un bar de alterne que tenía junto a un socio, Armindo, y que había generado 30.000 euros, de los que les correspondía la mitad a cada uno de los socios. La hija manifestó que le dieron diferentes montantes y que Víctor y su mujer pedía a su padre que le mandase más dinero porque estaba pasando dificultades económicas. Sobre las visitas que José Lopes hizo a Joao Mateus mientras que este testigo se encontraba preso como cómplice de Vitor Manuel en varios atracos en Portugal, la hija explicó que su padre pertenecía a una organización católica de solidaridad que visita a los reos en diferentes centros carcelarios del país vecino.

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