Charo Parral, conocida como Rosa de Jericó, tiene una tienda de esoterismo en la Plaza de los Ramones. La semana pasada fue víctima de uno de estos hurtos que abundan en el centro, sin embargo, tuvo un golpe de suerte. “El ladrón pensará que soy una bruja de verdad”, ríe.
Ocurrió que entró a la trastienda mientras tenía la puerta abierta. A la hora de cerrar se fue a su casa y recibió una llamada a su teléfono fijo. Era su hija. La Policía Nacional se había puesto en contacto con ella porque intervinieron un teléfono cuando buscaban otros objetos a un sospechoso. Lo recuperó con rapidez, pero fue por suerte.
Además, días después también descubrió que le habían extraído doce velas de colores que tenía en una caja. “Esto es constante y la verdad es que da un poco de miedo”.
