'Macán' o el secreto de un vino con sello de excelencia

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Tiempo, paciencia y pasión. Si no existen, aún con buena tierra y con todas las condiciones metereológicas a favor, un vino nunca podría llegar a alcanzar la excelencia.Y tiempo, paciencia y pasión no fueron escatimados para conseguir la salida al mercado de 'Macán', el vino rioja que surge de la alianza del grupo Vega Sicilia con el banquero y aristócrata francés Benjamin de Rothschild, cuya familia es propietaria de bodegas en Argentina, Sudáfrica y en Burdeos. Una unión que, sin duda, también marcará la historia vinícola del mundo y su excelencia.

Los secretos del origen de esta aventura, que ya ha dado sus frutos, así como algunas claves del éxito en el mundo del vino, serán los ejes de la conferencia que esta tarde ofrecerá el consejero delegado de VegaSicilia, Pablo Álvarez.
Este proyecto de Benjamin de Rothschild-Vega Sicilia en la comunidad riojana comenzó hace ya unos catorce años.El grupo comenzó a comprar fincas en la Sonsierra (San Vicente y Labastida) con cepas en plena producción, con una edad que va de entre treinta y cien años. En total, son cien hectáreas de viñedo, de las que una parte se reserva para rotar con nuevas plantaciones. El pasado otoño llegó al mercado la primera añada de Macán, que ya estaba vendida con anterioridad. Este año saldrá la segunda añada, la de 2010, que en la Rioja obtuvo la calificación de excelente.

De las dos referencias que se pueden encontrar en el mercado, la primera marca es ¨Macán', que sigue la técnica bordelesa de elaboración, completamente novedosa en la D.O. Rioja: los vinos se vinifican y envejecen en barricas de roble francés, en las que alternan madera nueva y vieja, y una vez finalizada la crianza se decide, cual será el 'Macán' y cual 'Macán clásico'. La venta al cliente se produce siguiendo el mismo sistema de cupos que mantienen en Vega Sicilia: se vende al mismo precio a todo el mundo, ya se compre una botella o un contenedor. La compra se realiza mediante carta de petición previa, modelo que siguen rigurosamente tanto los distribuidores y compradores nacionales, unos 5.000, como los extranjeros. La demanda duplicó a la oferta y en la primera añada el número de botellas fue de 90.000. Cuando la bodega esté a pleno rendimiento tendrá una producción media de 300 a 350.000 botellas.

La sociedad se llama Benjamín de Rothschild & Vega Sicilia y para sus primeras añadas alquiló una bodega, mientras el arquitecto madrileño Enrique Johansson de Terry se ocupaba del proyecto de construcción de las instalaciones que , a partir de finales de este año, acogerán la bodega definitiva que tendrá el sello de la sociedad.
El proyecto es de ambas familias, aunque la responsabilidad del vino es cuestión de un hombre: el consejero delegado de Vega Sicilia, Pablo Alvarez.


Hora: 20:15

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