El mantenimiento del AVE gallego se hará en Vilavella

La licitación de tres mil toneladas de balasto para el montaje de nuevas vías reactiva la construcción de la base de Vilavella que el Adif había abandonado hace ya más de 18 meses. El importe del contrato a valor de licitación es de 94.617,4 euros y el plazo de ejecución será de diez meses. Con este contrato licitado el pasado 8 de septiembre, el administrador ferroviario pretende recuperar esta infraestructura inconclusa para convertirla en base de mantenimiento de la línea gallega de alta velocidad desde Pedralba de la Pradería hasta la estación de Ourense, una vez concluida la variante exterior. Situada a ocho kilómetros de Zamora en dirección a Ourense, opera como base de mantenimiento de los 110 kilómetros de vía entre Zamora y Pedralba de la Pradería. El emplazamiento de la futura base de Vilavella se sitúa en el municipio de A Mezquita, en un tramo recto a cielo abierto entre los túneles de Vilavella. En el diseño de esta línea de alta velocidad, el Adif había proyectado construir alli una base de montaje de 61.000 metros cuadrados de superficie, aprovechando la proximidad del paso de la línea de ancho convencional, para poder transportar en trenes de ancho ibérico el material necesario para el montaje de la vía en los últimos 120 kilómetros del trazado de la línea gallega. Carril de acero, desvíos, aparatos de vía... NUEVE VÍAS Fue la única base de montaje que funcionó como tal en Galicia y se convertirá en centro secundario de operaciones de la base de mantenimiento de Vilavella. Dicha instalación se proyectó con una playa formada por 9 vías dispuestas en dos peines entrelazados de ancho ibérico y ancho internacional, una gran losa de hormigón para la transferencia del carril con el que montar vías, con pórticos fijos desde los que realizar la manipulación de los carriles, losa de acopio de desvíos, nave de mantenimiento del material rodante y toda una serie de instalaciones que una vez finalizado su cometido como centro de operaciones para el montaje de la línea se convirtiese en base de mantenimiento de la línea férrea de alta velocidad y del material rodante que se utilice para ese cometido. El importe estimado era de algo más de 9 millones de euros para la ejecución de las obras y cerca de dos millones en suministros. Pero la tramitación de su licitación se demoró tanto (3 de julio de 2018) que para cuando fue adjudicada a la UTE Ortiz Construcciones y Proyectos y Cosfesa, el 28 de febrero de 2019 ya resultaba imposible que estuviese operativa a tiempo para finalizar la línea antes de diciembre 2019. Incluso antes de diciembre de 2020. El contrato fue formalizado el 27 de marzo de 2019, el mismo mes en el que Ferrovial Agromán empezó a desplegar las traviesas sobre la traza para acometer los primeros trabajos de montaje de la vía. Así que, con un plazo de construcción de la base de 11 meses si las obras hubiesen comenzado de inmediato no habría estado concluida hasta marzo de 2020. Pero lo cierto es que la explanación sobre el terreno no comenzó hasta el mes de agosto de aquel año. Por esa razón, en febrero de 2020 el Adif renunció a su terminación y utilizó como alternativas, en primer lugar la base zamorana de La Hiniesta, a más de 110 kilómetros de distancia, y una base secundaria en Meamán, en el municipio de Baños de Molgas, que Fomento decidió construir durante el ministerio de Íñigo de La Serna, para poder atacar el montaje de la vía desde dos puntos a la vez y que la construcción de los viaductos de As Teixeiras no retrasase la finalización de la línea. Fue, precisamente, el retraso en la tramitación y luego el abandono de la construcción de la base de Vilavella lo que ocasionó que el AVE llegase en pruebas a Ourense en agosto de 2021 y no en diciembre de 2019, porque obligó a replantear todo el montaje en los más de 120 kilómetros de vía en placa de la mayoría de los túneles del último tramo de la línea del AVE gallego. LA BASE DE VILAVELLA TIENE UNA SUPERFICIE DE 6,1 HECTÁREAS, 9 VÍAS Y DISPONDRÁ DE VARIOS EDIFICIOS Y NAVES DE MANTENIMIENTO De las tres bases de mantenimiento que existen en la línea (Olmedo, La Hiniesta y Vilavella), la que se encuentra en territorio ourensano es la que se ocupa del tramo de mayor complejidad por el elevado número de túneles y viaductos y las condiciones climáticas extremas. Y puesto que existe una instalación secundaria, que sí funcionó como base de montaje en Meamán, será aprovechada como elemento subsidiario de la base de Vilavella, de manera que los equipos puedan desplazarse por ese tramo de la línea para hacer tareas de mantenimiento sin tener que regresar a la base principal. La conservación de la línea permitirá generar empleo en A Mezquita La base de mantenimiento de A Mezquita será el principal centro de empleo de la línea de alta velocidad en la provincia de Ourense, porque obligará a disponer in situ de un equipo de técnicos y especialistas. Las líneas de alta velocidad son muy exigentes en materia de mantenimiento y conservación, tanto de la infraestructura (plataforma, viaductos, túneles y todos sus equipamientos) como de la superestructura (vía, catenaria, señalización...). El Adif suele externalizar estas labores mediante contratos a empresas que se ocupan de monitorizar todos los elementos de la línea y efectuar las tareas de conservación y reposición. Para ello se destaca en cada base personal formado en diferentes especialidades, apoyado por el material rodante necesario con el que realizar dichas labores de inspección y de intervención inmediata cuando se produce alguna incidencia para evitar que la línea pueda quedar fuera de servicio.