La emigración de ourensanos en busca de oportunidades se duplicó el año pasado con respecto al inicio de la crisis
La provincia de Ourense ha sufrido un aumento progresivo de la población emigrante al extranjero desde el año 2008, correspondiendo la práctica totalidad de estas personas que abandonaron la provincia en los últimos ocho años a gente en edad laboral, entre los 18 y los 50 años. En concreto, según los datos dados a conocer esta semana por el Instituto Nacional de Estadística, si en el año 2008 eran 1.095 las personas que emigraban a otros países desde Ourense, el pasado año 2015 se disparaba esta cifra hasta los 2.071. La mayor parte de estos emigrantes fueron hombres -1.130 por 941 mujeres-.
Según señala el secretario de UGT en la provincia de Ourense, José Luis Fernández Celis, "en el conjunto del Estado han sido sobre 100.000 personas las que han emigrado y la mayor parte del tramo de edad situado entre los 25 y los 44 años". En este sentido, explica que esta cifra tan abultada de personas que se van fuera, si ya afecta de forma importante a nivel nacional y gallego, lo hace "aún con más fuerza en una provincia como Ourense, que viene padeciendo desde hace años una pérdida constante de población joven y un envejecimiento acelerado, según los datos demográficos de los últimos años".
Añade que "la falta de perspectivas laborales en nuestra provincia lleva a la salida de personas en edad de trabajar y a que lo que quede sea una población mayor". Y explica que esto se traduce "incluso en subida de impuestos, como el incremento del Impuesto de Bienes Inmuebles, para poder cuadrar las cuentas por parte de algunos concellos". Fernández Celis subraya que "es una mala noticia que confirma lo que venimos diciendo", al tiempo que apunta que el gobierno que entre debe apostar por otro tipo de políticas que mejoren las condiciones laborales y los salarios, y crear un plan de choque por el empleo "pensando, sobre todo, en las zonas más desfavorecidas, como es el caso de Ourense". Por otra parte, "esa caída de cotizantes en la provincia también es preocupante de cara al mantenimiento del sistema público de pensiones".
Juan Carlos Parada, presidente de la Cámara de Comercio, reconoce que el de la emigración "es un problema crónico en la provincia", fruto de "un mercado laboral débil". En todo caso, matiza que, aunque se ha producido ese salto cualitativo en el número de emigrantes al extranjero desde la provincia, la mayor parte de los jóvenes que se van fuera eligen otros puntos de España, siendo el primer destino Pontevedra. En este sentido recuerda que "en los últimos nueve años se trasladaron a otras zonas de España más de 30.000 personas" y explica que la razón puede estar, "quizás, en nuestra aversión al riesgo, prefiriendo ser funcionarios en el resto del Estado a emprender como empresarios por cuenta propia en Ourense".
A ese aumento de la emigración de ourensanos al extranjero, se suma el descenso en más de un 30 % de los inmigrantes procedentes de otros países a la provincia, que han pasado de los 2.538 registrados en el año 2008 a los 1.590 que inmigraron a Ourense el pasado año 2015. Este dato refleja, de nuevo, el descenso de oportunidades laborales que ofrece la provincia, tanto para los nativos como para los foráneos. Sin embargo, es cierto que ha habido un cierto incremento con respecto a los dos últimos años, ya que en 2014, el número de inmigrantes se reducían a 1.487 en 2014 y 1.475 en 2013.
Curiosamente, el pasado 2015 fue el único año desde 2008 -junto con el 2011- que llegaron más mujeres que hombres como inmigrantes, en concreto, 799 por 791 hombres.
