Más de un millar de personas acudieron ayer por la noche al Parque de San Lázaro, con motivo de la tradicional pegada de carteles con la que se inicia la campaña electoral. La tranquilidad y el buen humor fueron las tónicas dominantes de la noche, en la que los candidatos lanzaron sus primeros cohetes. El líder del PPdeG, Alberto Núñez pidió votar con el corazón y la cabeza. Iago Tabarés, del BNG, pidió voz propia para Galicia en el Congreso, Elena Espinosa pidió a sus afiliados traballar para lograr el segundo escaño.
El Parque de San Lázaro se sorprendió ayer a la noche, cuando la fiesta se trasladó de su parte superior a la calle Curros Enríquez. El botellón se quedó en casa, mientras la calle era tomada por una corriente de banderas, jóvenes abufandados, matrimonios del brazo y pandillas con abrigos multicolores. Desde la acera de Bedoya, los taxistas hacían sus apuestas sobre qué candidato iba a arrastrar más gente, la primera porra camino a la Moncloa. Mientras, un coche patrulla de la Policía Local y varios agentes distribuidos estratégicamente vigilaban que la fiesta no degenerase en enfrentamientos, como temían algunos de los asistentes, impresionados por las imágenes de la pasada semana en la que grupos de jóvenes insultaban a varios líderes políticos.
Pero Ourense se portó. Y eso que un cuarto de hora antes de la medianoche apenas había 200 personas en el escenario de la fiesta. A la entrada de la calle del Paseo se arracimaron los simpatizantes del Partido Popular. Aparecieron las primeras banderitas gallegas con el logo del PP.
Sólo faltan 19 días para tener o primero presidente galego na Moncloa, aseguraba entre vítores el líder del PSdeG, Alberto Núñez Feijóo, encargado de abrir la campaña en la ciudad de As Burgas.
Arropado por los jóvenes de las Nuevas Generaciones y acompañado por el cabeza de lista por Ourense -un sonriente y por momentos eufórico- Celso Delgado, por el presidente de la Diputación, José Luis Baltar y por María José Rilo, Alberto Nuñez insistió varias veces en que Ourense se encuentra ante unha oportunidade histórica para elegir al primer presidente del Gobierno gallego alguén ó que xa coñecemos de sobra a súa experiencia. Nuñez pidió a los asistentes votar co corazón, porque temos problemas, pero tamén coa cabeza, porque temos solucións.
Al otro lado de la acera, menos numerosa la audiencia del BNG, formada mayoritariamente por jóvenes, movía furiosamente los banderines, como llevando el ritmo de las palabras del candidato nacionalista. Iago Tabarés apro vechó la pegada de carteles para recordar que Ourense precisa unha voz propia no Congreso. Para el nacionalista la posibilidad de salir como representantes en el Congreso supondrá que Galiza teña Estatuto de Nazón así como asumir máis competencias.
En el Jardín Japonés, los socialistas hicieron su ya tradicional pegada virtual. Tras las palabras del alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, la candidata del PSOE, Elena Espinosa, confirmaba que os socialistas estamos a dar todo nesta campaña y pidió a los electores traballar, porque temos que gañar as eleccións. Como aval, recordó que la provincia está a lograr unhas cuotas de desenvolvemento que nunca coñecera en toda a Democracia.
Pero Ourense se portó. Y eso que un cuarto de hora antes de la medianoche apenas había 200 personas en el escenario de la fiesta. A la entrada de la calle del Paseo se arracimaron los simpatizantes del Partido Popular. Aparecieron las primeras banderitas gallegas con el logo del PP.
Sólo faltan 19 días para tener o primero presidente galego na Moncloa, aseguraba entre vítores el líder del PSdeG, Alberto Núñez Feijóo, encargado de abrir la campaña en la ciudad de As Burgas.
Arropado por los jóvenes de las Nuevas Generaciones y acompañado por el cabeza de lista por Ourense -un sonriente y por momentos eufórico- Celso Delgado, por el presidente de la Diputación, José Luis Baltar y por María José Rilo, Alberto Nuñez insistió varias veces en que Ourense se encuentra ante unha oportunidade histórica para elegir al primer presidente del Gobierno gallego alguén ó que xa coñecemos de sobra a súa experiencia. Nuñez pidió a los asistentes votar co corazón, porque temos problemas, pero tamén coa cabeza, porque temos solucións.
Al otro lado de la acera, menos numerosa la audiencia del BNG, formada mayoritariamente por jóvenes, movía furiosamente los banderines, como llevando el ritmo de las palabras del candidato nacionalista. Iago Tabarés apro vechó la pegada de carteles para recordar que Ourense precisa unha voz propia no Congreso. Para el nacionalista la posibilidad de salir como representantes en el Congreso supondrá que Galiza teña Estatuto de Nazón así como asumir máis competencias.
En el Jardín Japonés, los socialistas hicieron su ya tradicional pegada virtual. Tras las palabras del alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, la candidata del PSOE, Elena Espinosa, confirmaba que os socialistas estamos a dar todo nesta campaña y pidió a los electores traballar, porque temos que gañar as eleccións. Como aval, recordó que la provincia está a lograr unhas cuotas de desenvolvemento que nunca coñecera en toda a Democracia.
