Los mecos vuelven a Melias

photo_camera Esta parroquia de Pereiro de Aguiar recupera su carnaval más “enxebre”, que se perdió en los sesenta del siglo pasado. Una figura grande y otra pequeña serán las protagonistas del martes de Entroido. Los mecos ya presiden el local social
Esta parroquia de Pereiro de Aguiar recupera su carnaval más “enxebre”, que se perdió en los sesenta del siglo pasado. Una figura grande y otra pequeña serán las protagonistas del martes de Entroido. Los mecos ya presiden el local social. 

El de Melias, en Pereiro de Aguiar, es uno de esos carnavales “enxebres” que se perdió en la provincia como tantos otros. Hace décadas que dejó de celebrarse y solo la iniciativa popular, con la ayuda imprescindible de los vecinos más longevos, permitió recuperar la tradición. La sabiduría de los mayores hizo posible que esta parroquia rescate de nuevo a sus mecos. Los últimos recuerdos de los vecinos sobre el Entroido de Melias se remontan a los años sesenta del siglo pasado. Detrás de la alegría por revivir las costumbres hay un alegato a favor del Ourense vaciado. 

“Antiguamente, cada año le tocaba a una parroquia organizar el Entroido, como ocurre con las comisiones de fiestas de los pueblos. Y al que le tocaba hacía dos mecos, uno grande y otro pequeño”, explica Begoña, la vicepresidenta de la asociación vecinal de Melias. El funcionamiento es sencillo: el meco grande y el pequeño se convertían en itinerantes, viajando por las parroquias el domingo de Entroido. “Al que le tocaba, dejaba los mecos en un pueblo. Entonces, ese pueblo decidía si cogía el carnaval o no”. “Coger” el carnaval era hacerse cargo de la organización para el año siguiente. Si esa aldea no aceptaba, “el meco grande se enterraba cerca del núcleo de ese pueblo”. El meco pequeño se ”indultaba”: “Era algo simbólico”. 

El funcionamiento en el caso de que la aldea aceptase celebrar el Entroido también es sencillo: “El meco grande se quemaba entonces el martes de Entroido”.

Los vecinos de Melias se pusieron manos a la obra para recrear este carnaval en 2022. Llevan semanas preparando los mecos, que tienen una estructura a base de maderas y hierba seca y un “look” entroideiro. Ya presiden la sede del local social de Melias. Se llaman Doña Aso y Don Ciatión. Todas las parroquias se implicaron en la elaboración de las figuras, que se quemarán el martes de Entroido tras una comida entre los socios. “Las mujeres mayores de 80 años eran las que tenían un poco de idea de cómo era la tradición, que se perdió probablemente en los 60. Lo que queremos es revitalizar el pueblo. Queremos enganchar a la gente joven a través de la gente mayor. Recuperar lo viejo. Aquí se vive muy bien, Melias es precioso”, presumen en la asociación.

Luis Menor, alcalde de Pereiro, apoya este Entroido en tiempos de pospandemia: “Es lo mejor, el carnaval hecho por las parroquias”.

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