Las víctimas callan por el escaso botín y para evitar trámites en las fuerzas de seguridad y juzgado
Una media de ocho robos en viviendas quedan sin denunciar cada mes en la provincia, según fuentes de la Guardia Civil, que explican que las víctimas los silencian al ser escaso el botín y para evitar trámites ante las fuerzas de seguridad y en el juzgado.
En la mayoría de los casos, los delincuentes sustraen una o dos botellas de butano, productos de la matanza, chatarra, ropa de vestir, calzado, menaje de cocina, aperos de labranza, herramientas, vino y licores, además de comestibles, objetos de decoración, teléfonos e incluso pequeñas cantidades de dinero. Los ladrones, según las mismas fuentes, no suelen residir muy lejos de las víctimas y aprovechan que no están los propietarios para acceder a los inmuebles, a los que suelen tener vigilados desde, al menos, una semana antes.
Consuelo F. F. reside en Cualedro y hace poco más de un mes le robaron dos botellas de butano que tenía en la entrada de su vivienda. La mujer tuvo que explicar su situación al repartidor del combustible para que se las repusiera sin tener que abonar los envases. No denunció la sustracción alegando que acabaría gastando más en los desplazamientos que lo que vale el gas.
Antonio G.R. tiene el domicilio en A Limia y hace ahora un mes que le sustrajeron chorizos y derivados de la matanza. También optó por no presentar denuncia ante la Guardia Civil "porque lo que llevaron tiene poco valor. Les da para una comida", lamenta, puntualizando que es mucho más grande el susto que te llevas al comprobar que alguien entró en la casa. "En cierta forma, coges un poco de miedo", asegura.
Envases de miel
El último de los robos se produjo en Monterrei, en el que los delincuentes se apoderaron de comestibles, varios envases con miel y ropa de vestir. La víctima, que declinó hacer declaraciones, tenía guardada la miel de sus colmenas. Los ladrones aprovecharon que tenía la puerta del bajo de su domicilio abierta para perpetrar el asalto.
En la Guardia Civil aseguran que todas las sustracciones deben ser denunciadas para identificar y detener a los ladrones, que al ver que no les pasa nada pueden perpetrar un robo de más valor.
Cinco robos de ovejas y una colmena
Los ourensanos tampoco suelen denunciar pequeños robos en fincas y naves agrícolas. En los últimos tres meses, cinco robos de ovejas (entre tres y cuatro cabezas) fueron silenciados en Baltar, Cualedro, Xinzo y Monterrei, según datos del instituto armado. Pero no son los únicos, dado que un vecino de Monterrei no denunció el robo de una colmena. A mediados del pasado mes de octubre, la Guardia Civil intensificó la vigilancia en los soutos ante las elevadas quejas por el robo de castañas, que en su mayoría no fueron denunciados de forma oficial en el cuartel.
