Los expertos advierten de que el número de afectados supera ya el 15% y piden medidas preventivas

El ‘mobbing’ se incrementa cada año pero las denuncias son escasas por un mal diagnóstico

José Manuel Rodríguez Lorenzo diserta ante los escolares sobre el acoso moral en el trabajo. (Foto: Xesús Fariñas)
Las denuncias no lo evidencian pero las encuestas sí.El acoso moral en el trabajo sufre una tendencia al alza (pasó de un cinco por ciento de afectados en 2000 a un 15 por ciento en 2005) y se ha convertido ya en uno de los problemas más importantes dentro de las organizaciones labores, según el jefe de Sección de recoñecemento e análise del centro provincial del Instituto Galego de Seguridade e Saúde Laboral (Issga). Habla de ‘situación preocupante’ y demanda medidas preventivas.
El término es reciente (1973) pero las conductas de ‘mobbing’ existen desde la época de Caín y Abel, ‘probablemente uno de los primeros casos’ que se registró al respecto. Así de contundente se mostró ayer el jefe de Sección de reconocimiento y análisis del centro provincial del Instituto Galego de Seguridade e Saúde Laboral (Issga), Juan Manuel Rodríguez Lorenzo, en una jornada técnica en la que analizó la problemática del acoso moral en el trabajo, poniendo de relevancia que se trata en la actualidad de uno de los problemas más importantes dentro de las organizaciones laborales.

Pese a su larga existencia y a que los estudios -encuesta europea sobre las condiciones de trabajo- revelan una tendencia al alza de esta problemática en España (extrapolable a Galicia), pasando de un cinco por ciento de la población laboral con problemas de acoso psicológico en el año 2000 a un 15 por ciento en 2005, las denuncias de los afectados no reflejan la realidad de esta situación. Las denuncias, alegó, son muy pocas, porque el ‘mobbing’ está todavía mal diagnosticado. ‘Síntomas y signos de una persona que sufre acoso laboral son diagnosticados como otras enfermedades’, como depresión, ansiedad o estrés, dijo. A ello se une que el ‘mobbing’ como tal se define como una conducta de hostigamiento de una persona hacia otra de forma recurrente en el tiempo, por lo que ‘hasta ahora se creía que como se repetían formaban parte del sueldo o de la organización y se consideraban normales y banales’.

Para Rodríguez Lorenzo se trata de ‘una situación preocupante’ por lo que destacó la necesidad de tomar medidas preventivas y ‘no únicamente paliativas o punitivas sobre víctimas y acosadores’. Para ello debe trabajarse en cuestiones como fomentar la formación, integrar la prevención en la empresa o las propias denuncias.

Llevarse mal, una bronca o un jefe exigente no es ‘mobbing’.

El acoso moral en el trabajo es un comportamiento que lleva a cabo actuaciones recurrentes que hostigan al trabajador (también puede ser del trabajador al superior o entre compañeros).

El ‘mobbing’ no es una enfermedad sino un riesgo porque expone al que lo sufre a la posibilidad de enfermar, de ser dañado afectando a la calidad de su trabajo y a las relaciones laborales y personales. Con esta puntualizaciones, José Manuel Rodríguez, calificó el acoso psicológico en el trabajo como ‘el crimen perfecto’ o ‘la violencia en silencio’ porque la víctima es incapaz de hacer frente a sus acosadores dado que empieza a creer que es un empleado que no merece la pena que siga en la organización. ‘Me cargo a un trabajador pero lo hago con su consentimiento y participación’, explicó. Por lo general, el acosador suele ser una persona debil intelectual o profesionalmente y la víctima más brillante.


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