Un empresario de Ramirás afincado en Venezuela, Serafín Francisco Feijóo, de 43 años, fue asesinado el pasado domingo en la localidad de El Junquito, a 20 kilómetros de la capital.
La víctima, natural de Freás de Eiras, fue tiroteado cuando supuestamente intentaba evitar un atraco a las puertas de su vivienda, donde regresaba tras el trabajo. Según la hipótesis con la que trabaja la policía venezolana, dos hombres subidos en una moto esperaban a Feijóo a las puertas de un complejo de apartamentos y, tras un intento frustrado de robo, uno de ellos le disparó dejándolo gravemente herido. Fue la propia víctima la que pidió auxilio pero, dada la gravedad de las heridas, falleció en el trayecto al hospital de la capital.
La noticia del asesinato de Serafín Feijóo conmocionó ayer a la comarca celanovesa, especialmente al ayuntamiento de Ramirás, con una amplia colonia de emigrantes afincados en el país venezolano. Profundamente afectado por la noticia, su tío Senén Vázquez se desplazaba ayer hasta la casa familiar de la víctima en el núcleo de Freás. 'Unha sobriña que vive en Ourense nos chamou as cinco da mañá, e vimos a acompañar a nai que vive aquí cunha filla', relataba.
Serafín Francisco Feijóo, que iba a cumplir 44 años el próximo mes de noviembre, emigró a Venezuela siendo un niño. Allí creció, se casó y fundó varios negocios, incluída una charcutería en El Junquito. 'Él habitualmente reside en Caracas ca muller e os catro fillos, pero cada 15 días vai a El Junquito a traballar no comercio que ten co seu cuñado e se queda a dormir nun apartamento que ten alá', relataba Senén Vázquez.
'ELES QUERÍAN VOLVER'
Casado y padre de cuatro hijos, un niño de ocho años y tres trillizos de año y medio, hace escasamente un mes que Serafín Francisco Feijóo viajó a la provincia. 'Estivo unhas semanas por aquí, veu a visitar a nai e mira agora,...', recordaba su tío. Muy conocido en el ayuntamiento, en más de una ocasión Serafín habló con familiares y amigos de la posibilidad de regresar. 'Eles querían volver, vender os negocios e regresar. Pero aquí a situación económica tampouco é boa e iso lles frenaba un pouco', reconocía la familia.
La policía venezolana investiga ahora el asesinato del emigrante, cuyo cuerpo está en un hospital de la capital a la espera de realizar la autopsia. La intención de la familia es repatriar el cuerpo. Si bien, la estricta legislación venezolana que impide que víctimas de homicidios puedan salir del país durante 10 años, podría retrasar los planes de la familia.
La noticia del asesinato de Serafín Feijóo conmocionó ayer a la comarca celanovesa, especialmente al ayuntamiento de Ramirás, con una amplia colonia de emigrantes afincados en el país venezolano. Profundamente afectado por la noticia, su tío Senén Vázquez se desplazaba ayer hasta la casa familiar de la víctima en el núcleo de Freás. 'Unha sobriña que vive en Ourense nos chamou as cinco da mañá, e vimos a acompañar a nai que vive aquí cunha filla', relataba.
Serafín Francisco Feijóo, que iba a cumplir 44 años el próximo mes de noviembre, emigró a Venezuela siendo un niño. Allí creció, se casó y fundó varios negocios, incluída una charcutería en El Junquito. 'Él habitualmente reside en Caracas ca muller e os catro fillos, pero cada 15 días vai a El Junquito a traballar no comercio que ten co seu cuñado e se queda a dormir nun apartamento que ten alá', relataba Senén Vázquez.
'ELES QUERÍAN VOLVER'
Casado y padre de cuatro hijos, un niño de ocho años y tres trillizos de año y medio, hace escasamente un mes que Serafín Francisco Feijóo viajó a la provincia. 'Estivo unhas semanas por aquí, veu a visitar a nai e mira agora,...', recordaba su tío. Muy conocido en el ayuntamiento, en más de una ocasión Serafín habló con familiares y amigos de la posibilidad de regresar. 'Eles querían volver, vender os negocios e regresar. Pero aquí a situación económica tampouco é boa e iso lles frenaba un pouco', reconocía la familia.
La policía venezolana investiga ahora el asesinato del emigrante, cuyo cuerpo está en un hospital de la capital a la espera de realizar la autopsia. La intención de la familia es repatriar el cuerpo. Si bien, la estricta legislación venezolana que impide que víctimas de homicidios puedan salir del país durante 10 años, podría retrasar los planes de la familia.
