La acción de los piquetes informativos forzó el cierre de las áreas industriales y de los negocios en el centro de Ourense

Multitudinarias manifestaciones en la ciudad contra la reforma laboral

Manifestantes que secundaron la movilización convocada por UGT y CC.OO. (Foto: MARCOS ATRIO)
Las dos manifestaciones que se desarrollaron a última hora de la mañana sirvieron de colofón a una jornada de huelga general en Ourense que vivió sus momentos más tensos al paso de los piquetes informativos de los sindicatos por las áreas industriales y el centro de la ciudad y que generó reacciones dispares sobre su seguimiento, según de quién se tratase. Eso sí, la ciudad vivió dos de sus manifestaciones más multitudinarias de los últimos años, con miles de ciudadanos que secundaron la llamada, por un lado de la CIG, y de CC.OO. y UGT. por otro.
Los sindicatos aseguraron que la huelga paralizó buena parte de los sectores productivos, lo que negaron a través de un comunicado público desde la Confederación de Empresarios, asegurando que la convocatoria 'no tuvo reflejo en índices significativos de participación en la gran mayoría de centros de trabajo'. De hecho, la Confederación gallega cifró la participación en un 20% en la provincia, al tiempo que cuestionaba la labor de los piquetes.

En todo caso, el nivel de actividad en los polígonos industriales fue notablemente inferior al de una jornada ordinaria, al igual que el que se registró en el centro de la ciudad. Allí se redujo el movimiento comercial y administrativo, al igual que el registrado en centros sanitarios y educativos. También bajó notablemente el número de usuarios de los transportes (que funcionaron en servicios mínimos).

El principal acto de la jornada fueron las dos manifestaciones, que reunieron a más de 10.000 personas, según fuentes policiales. Las protestas contaron con seguimiento de ciudadanos de muy diverso perfil, aunque con un especial predominio de jóvenes. Los manifestantes salieron de Os Remedios para recorrer las calles Progreso, Cruz Roja y Paseo, hasta llegar a la Subdelegación y, cuando la cabeza de la primera manifestación estaba ya al final del trayecto, aún no había terminado de salir la siguiente. Los ciudadanos corearon diversas consignas, con el eje común de demandar la retirada de la reforma laboral. En sus pancartas defendieron que 'Si los de abajo se mueven, los de arriba se caen' o 'Non falta diñeiro, sobran ladróns', entre otros lemas.

Los responsables provinciales de los sindicatos coincidieron en señalar que el seguimiento había desbordado sus previsiones. Etelvino Blanco, secretario comarcal de la CIG, calificaba esta movilización como histórica. Por ello, advirtió que en su sindicato 'non imos parar' y volverán a manifestarse el 12 de abril, coincidiendo con el debate en el Congreso sobre la reforma. Ana Barrios, secretaria provincial de CC.OO. defendió la movilización como 'un rotundo éxito' y que los ciudadanos afrontaron la presión y el miedo para 'rebelarse contra a inutilidade dos políticos'. Desde UGT, José Luis Fernández Celis calificó la manifestación como la más grande de Ourense y aseguró que la jornada de huelga 'non da mala imaxe do país', al contrario que ocurre con otras medidas del Gobierno, como que no combata el fraude fiscal.

Las manifestaciones se produjeron por la mañana y en ellas participaron políticos de izquierdas, como el caso de alcaldes y concejales en la ciudad del BNG -Francisco García, Fernando Varela o Isabel Pérez, entre otros-, que acudieron a la llamada de la CIG, y los socialistas Raúl Fernández y María Quintas, además del alcalde de la ciudad, Francisco Rodríguez.

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