Los primeros plazos decían que estaría abierto a principios de 2009 pero, finalmente, será en diciembre de 2010 cuando el museo de Arturo Baltar abra, por fin, sus puertas. Desde hace dos semanas se han puesto en marcha los movimientos para cumplir este plazo, con el traslado al edificio rehabilitado (anexo a la capilla, en la Praza de San Cosme) de las piezas del emblemático belén que desde 1982 cita en esta plaza cada Navidad a miles de personas.
Las pequeñas esculturas permanecerán en el nuevo recinto en tanto se ultima la adecuación de la capilla -aspectos como la luz o el río estaban ya deteriorados-, a la que volverán tras esta preparación, en una actuación que pretende realzar el conjunto de la obra y que, además, permitirá conectar directamente el museo con la capilla. Esta situación es la que parece corroborar que finalmente el espacio esté acondicionado en diciembre, después de varios plazos incumplidos, dado que el propio artista (al que ayer intentó localizar, sin éxito este periódico) era partidario de que el espacio se abriese al público coincidiendo con las fiestas navideñas.
Así, con la inauguración se pondrá fin a alrededor de año y medio en los que el inmueble, rehabilitado con cargo al Plan Urban con una partida de 430.912 euros, estuvo finalizado pero vacío de contenido y en los que no faltaron las discrepancias del propio escultor con el proyecto, algo que parece, por fin, superado.
EL LEGADO DEL ESCULTOR
Según se explicaba cuando se dio a conocer el proyecto, más allá del concepto 'museo', el edificio pretende albergar el legado artístico de Arturo Baltar de un modo abierto y participativo para la sociedad, en el que el jardín exterior del inmueble podría servir también como complemento a los contenidos del interior.
Así, mientras en la capilla permanecerá el belén -aunque 'é probable que haxa modificacións. As táboas (como una de Quessada) poderían recolocarse noutro sitio, xa que non son frescos', señala la concejala de Cultura, Isabel Pérez-, en el museo se instalará el legado artístico del escultor, que aglutina desde relieves y pequeñas esculturas hasta retablos y escenas en las que se muestra su maestría para recrear ambientes que perviven en la memoria de los ourensanos.
Así, con la inauguración se pondrá fin a alrededor de año y medio en los que el inmueble, rehabilitado con cargo al Plan Urban con una partida de 430.912 euros, estuvo finalizado pero vacío de contenido y en los que no faltaron las discrepancias del propio escultor con el proyecto, algo que parece, por fin, superado.
EL LEGADO DEL ESCULTOR
Según se explicaba cuando se dio a conocer el proyecto, más allá del concepto 'museo', el edificio pretende albergar el legado artístico de Arturo Baltar de un modo abierto y participativo para la sociedad, en el que el jardín exterior del inmueble podría servir también como complemento a los contenidos del interior.
Así, mientras en la capilla permanecerá el belén -aunque 'é probable que haxa modificacións. As táboas (como una de Quessada) poderían recolocarse noutro sitio, xa que non son frescos', señala la concejala de Cultura, Isabel Pérez-, en el museo se instalará el legado artístico del escultor, que aglutina desde relieves y pequeñas esculturas hasta retablos y escenas en las que se muestra su maestría para recrear ambientes que perviven en la memoria de los ourensanos.
