ENTREVISTA A...

“En el oficio de actriz siempre eres ‘la nueva', aunque lleves ya 22 años"

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photo_camera La actriz ourensana Miryam Gallego.

La actriz ourensana será imagen de la ciudad en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) dentro de la campaña turística "Ourense, un plan perfecto". La cita, el miércoles 18 de enero a las 13,30 horas en el stand de Galicia en la feria

Con raíces en Nocelo da Pena por parte de padre y de Vilamarín por su madre, la actriz ourensana Miryam Gallego, que interpretó durante los últimos ocho años el personaje de la malvada Marquesa de Santillana en la serie Águila Roja, será imagen de la ciudad en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) dentro de la campaña turística "Ourense, un plan perfecto". La cita, el miércoles 18 de enero a las 13,30 horas en el stand de Galicia en la feria. 

¿Cómo surge esta colaboración?

Hace un mes se puso en contacto conmigo Jorge Pumar, concejal de Turismo y Termalismo. Me contó el proyecto que tiene para empujar el turismo en Ourense y, después de varias conversaciones y conocernos personalmente el pasado 24 de diciembre, decidimos colaborar juntos. 

¿Pudo pasar estas Navidades en Ourense?

Sí pero solo tuve el 24 y 25 de diciembre; es decir, poco he respirado el aire. Además, son días muy familiares por lo que he disfrutado poco de la ciudad. 

¿Qué recuerdos tiene de su niñez en la capital de As Burgas?

Ourense lo es todo: mi sangre, mis venas, mi familia, mi pasado, mi presente y ojalá sea mi futuro. Nunca me he desvinculado y no la vivo con añoranza porque mi tierra está muy presente en mi vida. Vivo en Madrid desde hace 22 años y esto, evidentemente, marca una pauta de vida pero mi corazón está en mi tierra.

A los 18 años empezó una nueva aventura...

Me vine para Madrid a estudiar en la Escuela de Arte Dramático, donde hice la carrera porque en aquel momento no había universidad en Galicia que la ofertase. Así que me tocó salir fuera para formarme. 

¿Por qué actriz?

Es algo que ya me viene desde pequeña. Estudié en las monjas, en la Purísima, y por aquella época mi profesora de Matemáticas, Blanca, hacía teatro con los alumnos que querían. Recuerdo vincularme mucho en todas las actividades que tenían que ver con lo artístico. Precisamente, la primera vez que subí a un escenario fue de su mano. Desde esa representación, yo no sabía que quería ser actriz porque nadie de mi familia había llevado esos pasos pero sí tenía claro que mi camino iba ir por las artes. La decisión la tomé en el instituto Otero Pedrayo. Allí conocí a Begoña Muñoz, que para mi es una de las claves de mi vida. Era mi profesora de gallego pero también de teatro. Ella fue la que me dio la fuerza para ser actriz. De hecho, fue la primera persona que me dijo: "Creo que tu oficio es éste, que has nacido para esto". Gracias a su empujón y a Sarabela Teatro he podido comer de esta profesión.

A sus padres, ¿les gustó la idea de que fuese actriz?

Se lo tendría que preguntar a ellos pero mi sensación es que no (se ríe). "No" por desconocimiento, por miedo y por protegerme. Su reacción es la que tendríamos todos los padres. No obstante, creo que ellos vieron a una niña que con 18 años tenía las ideas muy claras y ellos fueron a muerte conmigo. En ningún momento tuve una mala cara en casa ni a día de hoy hubo algún reproche. Si algo les puedo agradecer a mis padres en esta vida es la libertad que han dado a sus  tres hijos. Libertad de caernos y de equivocarnos. A los tres nos han dejado volar. 

Bonitas palabras...

Es que mis padres son muy de admirar. Sus oficios son otros. Venían del entorno rural, de la hostelería y electricidad; es decir, gremios muy distintos pero supieron entender el alma de su hija. Les estoy muy agradecida.

Su primer papel fue en la serie de TVG Pratos Combinados. ¿Cómo encaró esta oportunidad?

Eran los primeros pasos laborales. Los recuerdo con mucho miedo porque una siempre piensa que no va a estar a la altura del elenco. Era muy pequeña –estudiando la carrera– pero lo recuerdo con mucho agradecimiento. No solo te abría una puerta a nivel ficción, que nunca había hecho, sino a nivel económico. De hecho, con el primer trabajo de esta serie me compré una tele, que para mí era algo como "no me lo puedo creer". Fue muy bonito arrancar en la televisión de tu tierra. Recuerdo que Morris y todos los actores que estaban me acogieron muy bien. 

Después llegaría  la serie Hospital Central, la película Concursante, la obra de teatro Numancia de Cervantes y una larga lista de trabajos, hasta llegar a Águila Roja. ¿Fue un reto para usted meterse en la piel de la Marquesa de Santillana?

Fue uno de los papeles que más me ha costado en estos 22 años que llevo de carrera. Es un personaje totalmente alejado a mí, que tiene una energía vital muy superior a la mía. A mi ya me cuesta levantarme actriz por lo que levantarte actriz y marquesa me suponía mucho. Sobre todo, cuando lo alargas ocho años en el tiempo. Ha sido un trabajo arduo pero muy enriquecedor.

¿Es complicado hacerse un hueco en este sector?

Nuestro oficio es espantoso. Siento que los años que llevas en el oficio parece que no sirven de nada; es decir, siento que en este trabajo eres siempre "la nueva". Tienes que demostrar siempre cosas. No obstante, no en todos los proyectos pasa esto. 

¿En qué proyectos trabaja ahora?

Estoy rodando el Ministerio del Tiempo. Arranco también un proyecto de otra productora que, si todo marcha bien, empezaremos a rodar en junio. También, con proyectos que tienen que ver con mi tierra. Ahora mismo estoy levantando cuatro personajes. 

También es madre de tres niños. ¿De dónde saca el tiempo para estudiar los cuatro guiones?

No lo sé. A veces, no lo sé. Por ejemplo, el pasado jueves estaba haciendo la cena y lavando a mis hijos a la vez y tenía a un lado de la olla un guión y, al otro lado, el otro; es decir, haces malabares pero también es cierto que en otros momentos estás más tranquila y sin tanto estrés. Es muy montaña rusa nuestro oficio. Hay momentos en los que estás en casa y nadie llama y, en otros, que tienes cuatro proyectos a la vez. Es con lo que hay que lidiar. 

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