CRIMEN EN CELANOVA

"No hay avances" en la investigación de la muerte del párroco de Vilanova

"La Guardia Civil sigue investigando", ha reconocido el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva

El delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, reconoció ayer que, aunque "no hay avances", la investigación por la muerte del cura de Vilanova dos Infantes, Adolfo Enríquez (77 años), "sigue abierta", si bien manifestó que se trata de "un tema muy complejo".

Durante la visita realizada a la depuradora de Ourense, ubicada en Reza, Villanueva comentó que tanto la propia Guardia Civil como el grupo de expertos procedentes de Madrid y de Galicia "están en contacto" con otras policías al objeto de intentar "esclarecer ese crimen".

Después de seis meses sin que haya trascendido novedad alguna sobre lo ocurrido, apuntó que los expertos tratan de esclarecer las posibles "motivaciones" que hay detrás de ese suceso, "a fin de tratar de capturar al autor o los autores".

Enríquez murió a consecuencia de los golpes recibidos en la cabeza durante el asalto a la casa rectoral de Vilanova en la noche del 9 al 10 de marzo. Transcurridos seis meses, la investigación no ha podido armar pruebas para arrestar a los autores.

La Guardia Civil trabaja con la hipótesis de que al menos tres personas participaron en el asalto, en el que el objetivo era el robo de la preciada Virgen, en el siglo XVII y de apenas cinco centímetros, que el sacerdote custodió hasta las últimas consecuencias. Una de las hipótesis de trabajo es que las personas que acabaron con su vida podrían haber acudido a la rectoral a pedir limosna.

Su cuerpo fue localizado por un hermano tras dos días sin noticias del sacerdote. Estaba boca abajo y con un golpe en la cabeza, en un pajar de la casa principal. 

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