El nuevo millonario de Ourense, tras ganar el pasado sábado una Primitiva de 2.161.047,51 euros, es un varón, vecino de la ciudad y cliente desde hace muchos años de la Administración de Loterías número 2 de Ourense, donde selló el boleto que, con toda seguridad, ha transformado toda su vida. Así lo describía Jorge Anta, responsable de esta administración, uno de los pocos que conoce su identidad pero que sólo ofrece esta escueta información.
Ayer, nada más conocerse el premio, empleados de varias entidades bancarias hicieron acto de presencia en el local y contactaron con el lotero para tratar de averiguar más datos sobre este hombre, sin resultados. Jorge Anta toma recado y se lo traslada al afortunado 'para que sea él quien decida'. Anta jamás desvelará la identidad porque 'para mí es como un secreto profesional', mientras bromea al comparar su silencio con el del secreto de confesión.
Esta administración comenzó su actividad en 1981 y desde entonces 'pedimos que la suerte sonría a los clientes fieles que llevan aguantándonos tantos años', asegura Anta. Ahora no espera ningún regalo por haber sellado esa combinación ganadora (13-15-17-21-44-47) y, pese a que el premiado le ha dicho que 'ya hablaríamos', no quiere nada especial: 'Una caja de bombones sería más que suficiente'.
Aunque los lunes siempre son días de especial actividad para esta administración de loterías situada en las Galerías Centrales de la calle del Paseo, ayer la cola era todavía un poco más larga. Los que quieren tentar a la suerte no descartan la posibilidad de que la fortuna recaiga nuevamente en un boleto expedido allí. Los comentarios de enhorabuena se mezclaban con la curiosidad también de los clientes, que intentaban descubrir la identidad del agraciado ya que 'aquí la relación con y entre los clientes es muy familiar', explica Anta.
'Recibí la noticia el día de fin de año, en ese mismo momento me puse a saltar como loco y a celebrarlo', cuenta todavía emocionado. De paso que felicitó el año nuevo a alguno de sus compañeros de profesión ya les comunicó la gran noticia.
'Nunca pedimos que nos toque a nosotros mismos, sino a los que nos son fieles desde hace tantos años', puntualiza. Con todo, haber entregado un premio de esta magnitud tendrá una repercusión positiva en su negocio. De cara a la primera gran cita de la lotería en 2012, el Sorteo de El Niño, espera que, haber dado este sustancioso premio, signifique el empujón final para dinamizar aún unas ventas 'que ya iban a buen ritmo', concluye Jorge Anta.
Esta administración comenzó su actividad en 1981 y desde entonces 'pedimos que la suerte sonría a los clientes fieles que llevan aguantándonos tantos años', asegura Anta. Ahora no espera ningún regalo por haber sellado esa combinación ganadora (13-15-17-21-44-47) y, pese a que el premiado le ha dicho que 'ya hablaríamos', no quiere nada especial: 'Una caja de bombones sería más que suficiente'.
Aunque los lunes siempre son días de especial actividad para esta administración de loterías situada en las Galerías Centrales de la calle del Paseo, ayer la cola era todavía un poco más larga. Los que quieren tentar a la suerte no descartan la posibilidad de que la fortuna recaiga nuevamente en un boleto expedido allí. Los comentarios de enhorabuena se mezclaban con la curiosidad también de los clientes, que intentaban descubrir la identidad del agraciado ya que 'aquí la relación con y entre los clientes es muy familiar', explica Anta.
'Recibí la noticia el día de fin de año, en ese mismo momento me puse a saltar como loco y a celebrarlo', cuenta todavía emocionado. De paso que felicitó el año nuevo a alguno de sus compañeros de profesión ya les comunicó la gran noticia.
'Nunca pedimos que nos toque a nosotros mismos, sino a los que nos son fieles desde hace tantos años', puntualiza. Con todo, haber entregado un premio de esta magnitud tendrá una repercusión positiva en su negocio. De cara a la primera gran cita de la lotería en 2012, el Sorteo de El Niño, espera que, haber dado este sustancioso premio, signifique el empujón final para dinamizar aún unas ventas 'que ya iban a buen ritmo', concluye Jorge Anta.
