Los ourensanos han extremado su comportamiento cauteloso con el dinero durante la crisis, aumentando el dinero que atesoran en depósitos bancarios y reduciendo el importe de los créditos pendientes de pago, según reflejan los datos del Banco de España al respecto.
Así, al cierre del año 2011, los ourensanos tenían depositado en los bancos un importe total de 7.270 millones de euros. El incremento en el último año ha sido leve (un 0,27%), debido a que la persistencia de la crisis y el alza de determinados costes (como impuestos o combustibles, entre otros), está haciendo más difícil ahorrar. No obstante, el aumento acumulado en los cuatro años de crisis económica alcanza el 11,5%.
Mientras, el importe de los créditos pendientes de pago ascendía, al cierre del año pasado, a 4.885 millones de euros. Los ourensanos deben menos ahora que hace un año (en concreto, un 4,5% menos) y que a principios de la crisis (un 12,5% menos que en 2008).
El análisis del comportamiento de los ourensanos en la década pasada y comienzos de la presente muestra que el volumen de depósitos fue creciendo continuamente, pero el endeudamiento lo hizo a mucho mayor ritmo hasta el año 2008, si bien en los ejercicios siguientes se contuvo. Desde entonces, las restricciones por parte de las entidades a la hora de otorgar préstamos, así como el miedo en la población a la hora de afrontar inversiones en el ámbito privado (compra de vivienda) o profesional (emprender un negocio) ha motivado un descenso continuo del nivel de endeudamiento de la población.
Por otra parte, Ourense es una de las siete provincias españolas en las que el volumen de depósitos bancarios es superior al de créditos pendientes de pago, según los datos del Banco de España. Junto a ella se encuentran Lugo, Zamora, Palencia, Segovia, Soria, Teruel y Zamora. Son todas provincias de escaso dinamismo económico y demográfico, con una población envejecida que no asume el riesgo del endeudamiento. Además, de entre las siete citadas, Ourense es la que cuenta con un mayor resguardo de depósitos con respecto a los créditos (tiene ahorrado casi un 50% más del dinero que debe).
El resto de provincias españolas, por el contrario, deben más dinero del que tienen, circunstancia que se agudiza en las que se produjo un mayor bum inmobiliario. En Almería, por ejemplo, el importe de la deuda casi triplica al de ahorros, mientras en otra docena de provincias lo duplica (Granada, Guadalajara, Huelva, Málaga, Murcia, Las Palmas, Tenerife, Tarragona, Toledo y Valencia).
ANÁLISIS
El nivel de ahorro se ha incrementado con la crisis, después de que en los años de bonanza económica fuese escasa la preocupación por ahorrar. 'Es un efecto positivo de la crisis. Sí está provocado por este contexto económico y por miedo, pero no es malo', señala el profesor Patricio Sánchez, de la Facultad de Ciencias Empresariales y Turismo de Ourense. 'Antes, una parte importante de la población no veía esa necesidad de ahorrar, pero ahora se ha concienciado de ello', añade. 'Otra cuestión es poder tener algo para ahorrar', precisa, si bien en Ourense la dureza de la crisis económica no ha sido tan intensa como en otros lugares, ya que, por las características socioeconómicas de la provincia, 'las épocas de bonanza las vive menos, pero las vacas flacas también le afectan menos', por su menor tejido industrial y la preservación del colchón familiar, con dependencia del rural y alto porcentaje de población perceptora de pensiones.
Asimismo, en general se ha modificado el comportamiento con respecto a los gastos y 'los que no se cortan de raíz, se reducen o se cambian. Por ejemplo, se compran más marcas blancas. Y los que antes se iban de vacaciones, ahora se van a la aldea', apunta Sánchez.
Mientras, el importe de los créditos pendientes de pago ascendía, al cierre del año pasado, a 4.885 millones de euros. Los ourensanos deben menos ahora que hace un año (en concreto, un 4,5% menos) y que a principios de la crisis (un 12,5% menos que en 2008).
El análisis del comportamiento de los ourensanos en la década pasada y comienzos de la presente muestra que el volumen de depósitos fue creciendo continuamente, pero el endeudamiento lo hizo a mucho mayor ritmo hasta el año 2008, si bien en los ejercicios siguientes se contuvo. Desde entonces, las restricciones por parte de las entidades a la hora de otorgar préstamos, así como el miedo en la población a la hora de afrontar inversiones en el ámbito privado (compra de vivienda) o profesional (emprender un negocio) ha motivado un descenso continuo del nivel de endeudamiento de la población.
Por otra parte, Ourense es una de las siete provincias españolas en las que el volumen de depósitos bancarios es superior al de créditos pendientes de pago, según los datos del Banco de España. Junto a ella se encuentran Lugo, Zamora, Palencia, Segovia, Soria, Teruel y Zamora. Son todas provincias de escaso dinamismo económico y demográfico, con una población envejecida que no asume el riesgo del endeudamiento. Además, de entre las siete citadas, Ourense es la que cuenta con un mayor resguardo de depósitos con respecto a los créditos (tiene ahorrado casi un 50% más del dinero que debe).
El resto de provincias españolas, por el contrario, deben más dinero del que tienen, circunstancia que se agudiza en las que se produjo un mayor bum inmobiliario. En Almería, por ejemplo, el importe de la deuda casi triplica al de ahorros, mientras en otra docena de provincias lo duplica (Granada, Guadalajara, Huelva, Málaga, Murcia, Las Palmas, Tenerife, Tarragona, Toledo y Valencia).
ANÁLISIS
El nivel de ahorro se ha incrementado con la crisis, después de que en los años de bonanza económica fuese escasa la preocupación por ahorrar. 'Es un efecto positivo de la crisis. Sí está provocado por este contexto económico y por miedo, pero no es malo', señala el profesor Patricio Sánchez, de la Facultad de Ciencias Empresariales y Turismo de Ourense. 'Antes, una parte importante de la población no veía esa necesidad de ahorrar, pero ahora se ha concienciado de ello', añade. 'Otra cuestión es poder tener algo para ahorrar', precisa, si bien en Ourense la dureza de la crisis económica no ha sido tan intensa como en otros lugares, ya que, por las características socioeconómicas de la provincia, 'las épocas de bonanza las vive menos, pero las vacas flacas también le afectan menos', por su menor tejido industrial y la preservación del colchón familiar, con dependencia del rural y alto porcentaje de población perceptora de pensiones.
Asimismo, en general se ha modificado el comportamiento con respecto a los gastos y 'los que no se cortan de raíz, se reducen o se cambian. Por ejemplo, se compran más marcas blancas. Y los que antes se iban de vacaciones, ahora se van a la aldea', apunta Sánchez.
