El último año destacó por ser más caluroso y lluvioso que de costumbre. Así lo corrobora el informe anual publicado por Meteogalicia, cuyo análisis a nivel autonómico asevera que se trató de un curso “extremadamente cálido” y “moi húmido”. En 2023, los mercurios gallegos marcaron 1,3º más que la media entre 1981 y 2010, y se recuperó un 21% más de precipitaciones.
Los mapas de Meteogalicia apuntan a la Baixa Limia como la comarca más castigada por el exceso de lluvias en la comunidad. A lo largo del año que acaba de finalizar, en este territorio se duplicó prácticamente el agua caída, en comparación con el valor normal de la serie histórica. En este sentido, otras zonas como el valle de Valdeorras y la comarca de Celanova recogieron más de un 40% o incluso un 60% extra de precipitación. Toda la provincia acusó datos más elevados que de costumbre, salvo los picos más elevados del Macizo Central y Trevinca.
En cuanto a la temperatura, la geografía ourensana vivió un año anormalmente caluroso. Tanto es así, que el registro medio anual fue entre 0,5º y 1º superior al valor normal del periodo anteriormente citado. En la Baixa Limia y Celanova, fue prácticamente el mismo. Sin embargo, en la comarca de Monterrei y en las cumbres de Trevinca la desviación positiva se situó entre 1º y 1,5º, de acuerdo con los gráficos que Meteogalicia agregó a su informe anual.
Un otoño excepcional
En el informe estacional del último otoño, la agencia meteorológica autonómica concluye que se trató de un periodo también “extremadamente húmido”, es más, “o máis húmido de toda a serie histórica” debido a las “chuvias xeneralizadas e persistentes dos meses de outubro e novembro”. El documento muestra cómo las precipitaciones se triplicaron en algunos puntos de la Baixa Limia y Valdeorras respecto a los valores habituales, mientras que se duplicaron en la mayor parte del resto de la provincia. En el Macizo Central y en las sierras occidentales se superaron los 1.000 litros por metro cuadrado.
Asimismo, el informe califica de “extremadamente cálido” el último otoño. En Leiro se alcanzó la máxima de Galicia el 30 de septiembre, con 37º. Mientras tanto, se rozaron los 29º en puntos del Macizo Central como San Xoán de Río o el parque natural de O Invernadoiro.
Al mismo tiempo, los termómetros dieron testimonio de temperaturas medias superiores al histórico en más de 1,5º. El otoño fue aún más caluroso en las comarcas de Ourense y A Limia, con una desviación de más de 2º, y todavía más en Valdeorras y Monterrei, territorios donde la variación supuso un exceso de entre 2,5º y 3º.
