El 40,5% de la población ourensana en 2020 tendrá más de 65 años o menos de 16, el porcentaje más alto de España, y un 2,25% por encima de la actualidad. Es la previsión que formula el Instituto Nacional de Estadística en su última proyección de población para la próxima década, y en la que se mantiene el proceso, estimaciones que efectúa teniendo en cuenta las tendencias actuales de nacimientos, defunciones y migraciones.
Ourense tendrá, a 1 de enero de 2020, un total de 303.098 habitantes, frente a 325.887 en la misma fecha del presente año (en ambos casos, la cifra refleja el número de personas realmente residentes en la provincia, independientemente de donde estén empadronadas). La caída poblacional en los próximos 10 años será del 7% (frente al descenso del 4%, registrado en la década precedente).
De esa población, casi 91.000 personas (el 30% del total) pasarán de 65 años, frente a 32.000 que no llegan a 16 (el 10%). Los 180.000 restantes tendrán entre 16 y 64. Estas cifras sitúan a Ourense como la provincia española con mayor proporción de habitantes económicamente dependientes.
EVOLUCIÓN
A lo largo de la próxima década, el número de nacimientos en Ourense irá en descenso. Actualmente, después de una leve mejoría en los últimos ejercicios, nacen en la provincia casi 2.000 niños al año. La cifra irá disminuyendo progresivamente hasta 2020, cuando se estima que nazcan unos 1.600 bebés. Siete de cada diez madres que den a luz ese año, habrán superado ya los 30.
El número de defunciones, mientras, se mantiene. A lo largo de la próxima década, fallecerán unos 4.500 personas cada año. En todo caso, crece la longevidad y, más de un tercio de los ourensanos que fallezcan entonces habrán superado los 90 años.
En todo caso, el signo negativo del crecimiento vegetativo se agranda. Si en la actualidad mueren 2.500 personas más de las que nacen, en 2020 serán 2.900.
Los datos de migraciones muestran que, en la próxima década, llegarán a Ourense más personas de las que se marcharán, aunque no en suficiente medida para compensar el decrecimiento vegetativo.
Así, en lo que respecta a las migraciones exteriores, a lo largo de la próxima década entrarán en Ourense unos 2.000 inmigrantes cada año y se marcharán al extranjero una media de 1.600 personas. Se mantiene así la tendencia registrada ya en los últimos años, con un saldo migratorio positivo, aunque Ourense continúa entre las provincias españolas con menor número de inmigrantes.
Mientras, en lo relativo a las migraciones dentro de España, habrá un cambio de tendencia. En los últimos años se marchaban de Ourense a otras provincias más personas de las que realizaban el recorrido inverso. No obstante, cada vez hay menos diferencia entre ambas cifras y en 2015 se llegará a un punto de inflexión: ese año, por primera vez, vendrán a Ourense, desde otras provincias españolas, más gente de la que se marchará, tendencia que continuará al alza en años sucesivos.
El análisis por edad muestra que, la mayoría de gente que se marcha está en edad reproductiva, pero no la que llega. De hecho, la gente que se marchará de Ourense en los próximos años-sea al resto de España o al extranjero- tendrá principalmente entre 25 y 40 años, pero entre los que lleguen del resto del país predominarán personas más mayores (no así entre los procedentes del extranjero, en su mayoría menores de 40).
De esa población, casi 91.000 personas (el 30% del total) pasarán de 65 años, frente a 32.000 que no llegan a 16 (el 10%). Los 180.000 restantes tendrán entre 16 y 64. Estas cifras sitúan a Ourense como la provincia española con mayor proporción de habitantes económicamente dependientes.
EVOLUCIÓN
A lo largo de la próxima década, el número de nacimientos en Ourense irá en descenso. Actualmente, después de una leve mejoría en los últimos ejercicios, nacen en la provincia casi 2.000 niños al año. La cifra irá disminuyendo progresivamente hasta 2020, cuando se estima que nazcan unos 1.600 bebés. Siete de cada diez madres que den a luz ese año, habrán superado ya los 30.
El número de defunciones, mientras, se mantiene. A lo largo de la próxima década, fallecerán unos 4.500 personas cada año. En todo caso, crece la longevidad y, más de un tercio de los ourensanos que fallezcan entonces habrán superado los 90 años.
En todo caso, el signo negativo del crecimiento vegetativo se agranda. Si en la actualidad mueren 2.500 personas más de las que nacen, en 2020 serán 2.900.
Los datos de migraciones muestran que, en la próxima década, llegarán a Ourense más personas de las que se marcharán, aunque no en suficiente medida para compensar el decrecimiento vegetativo.
Así, en lo que respecta a las migraciones exteriores, a lo largo de la próxima década entrarán en Ourense unos 2.000 inmigrantes cada año y se marcharán al extranjero una media de 1.600 personas. Se mantiene así la tendencia registrada ya en los últimos años, con un saldo migratorio positivo, aunque Ourense continúa entre las provincias españolas con menor número de inmigrantes.
Mientras, en lo relativo a las migraciones dentro de España, habrá un cambio de tendencia. En los últimos años se marchaban de Ourense a otras provincias más personas de las que realizaban el recorrido inverso. No obstante, cada vez hay menos diferencia entre ambas cifras y en 2015 se llegará a un punto de inflexión: ese año, por primera vez, vendrán a Ourense, desde otras provincias españolas, más gente de la que se marchará, tendencia que continuará al alza en años sucesivos.
El análisis por edad muestra que, la mayoría de gente que se marcha está en edad reproductiva, pero no la que llega. De hecho, la gente que se marchará de Ourense en los próximos años-sea al resto de España o al extranjero- tendrá principalmente entre 25 y 40 años, pero entre los que lleguen del resto del país predominarán personas más mayores (no así entre los procedentes del extranjero, en su mayoría menores de 40).
