Los viandantes ourensanos deben aguardar una media de 68 segundos en las principales calles de la ciudad para cruzar los pasos de cebra
La ola de atropellos que tuvo lugar en la ciudad de Ourense a principios del mes de marzo volvió a encender las alarmas entre los responsables municipales, que buscan soluciones para contribuir a tener una urbe más orientada a los peatones. Entre las medidas a seguir, destacan la puesta en marcha de una comisión para pacificar el tráfico, los estudios encargados a la Policía Local para valorar la reducción de velocidad a 30 kilómetros o cambiar los ciclos semafóricos.
"Debemos analizar bien este tema para no generar atascos innecesarios", valoraba el concejal de Seguridad Ciudadana, Carlos Campos, sobre la regulación de los cruces. No obstante, el análisis de los tiempos de espera en las principales calles de la ciudad evidencia claramente que los peatones están en seria desventaja cuando se disponen a cruzar .
El tiempo medio de espera para los viandantes, alrededor de 68 segundos en las ocho calles cronometradas, es tres veces superior al que deben soportar aquellos que van al mando de un vehículo, con esperas que, en muchas ocasiones, se hacen eternas e invitan a cruzar en rojo o en zonas no habilitadas para ello, con el consiguiente riesgo. En las últimas semanas, la Policía Local ha sancionado a seis personas y apercibido a otras 59 por malas prácticas.
"Vivimos en tiempos de locura y la gente se impacienta", reflexiona Benito Bouzada, portavoz de Stop Accidentes, un colectivo que se ha implicado de lleno en la concienciación para prevenir atropellos. "Ourense no es una ciudad para darle prioridad a los coches", indica.
Uno de los puntos más criticados por Stop Accidentes es el entorno del Parque de San Lázaro, donde se registra la mayor diferencia entre los tiempos de espera entre peatones y vehículos. En el cruce con la rúa do Paseo, se otorga a los conductores 81 segundos con el semáforo en verde, mientras que los transeúntes únicamente disponen de 18, casi cinco veces menos y con los últimos compases con el semáforo en ámbar para vehículos.
Ante un escenario similar, se encuentran aquellos que caminen por la confluencia de Ervedelo y la avenida de Portugal o la avenida de Santiago, zonas con mucho tráfico en la que apenas se habilitan para cruzar 15 y 17 segundos, mientras que la espera para tener luz verde supera el minuto.
Más benévolos son los ciclos semafóricos en vías donde los vehículos alcanzan importantes velocidades, como Otero Pedrayo o la Habana. En la primera, los peatones deben esperar un minuto, pero disponen de 30 segundos, mientras que la segunda es la más orientada al paso de los viandantes, ya que tienen 33 segundos para cruzar, poco menos que lo que se habilita para los vehículos, un total de 52 segundos.
Sistema obsoleto
En unas semanas, el Concello de Ourense cumplirá dos años con la concesión semafórica en precario, lo que obliga a regular el tráfico con un sistema obsoleto, como confirma el experto en formación vial Laureano Bermejo.
"Estamos muy atrasados, la gente se desespera y es normal, perjudica a los peatones, que son usuarios de las vías igual que los conductores", comenta Bermejo, que hace un llamamiento al Concello para que acelere el procedimiento para renovar el contrato.
"Cuanto antes se modernice, mejor. Los nuevos semáforos cuentan con sensores inteligentes que permiten variar más fácilmente los tiempos y analizar por zonas la densidad de tráfico", explica.
La Concejalía de Seguridad Ciudadana asegura que los pliegos de condiciones ya están redactados, pero el concurso sigue sin convocarse.
