Peritos de la empresa que ejecuta el túnel de A Burata revisaron 20 casas de Palmés para estudiar si la reducción de caudal de los pozos e incluso algunas grietas se deben a las obras. En próximos días volverán con un notario para levantar acta.
Técnicos de la empresa constructora del túnel de A Burata para el AVE revisaron el lunes 20 viviendas del entorno de Palmés para analizar la afectación de las obras en los pozos de agua, después de que en las últimas semanas detectasen una fuerte disminución de caudal en ellos, que incluso llegaron a secar. A día de ayer, se mantenía sin agua uno de los pozos, si bien está situado en una finca de labor y no afecta al abastecimiento de ninguna vivienda.
Asimismo, los técnicos visitaron las casas para analizar si las grietas existentes en algunas de ellas se deben a las obras, ya que el túnel -que se está construyen do a una profundidad de 120 metros bajo las casas- se ejecuta mediante barrenos y sienten vibraciones intensas. No obstante, los vecinos apuntaban que, por el momento, las grietas no son preocupantes.
Los peritos de la compañía volverán a la zona en próximos días acompañados de un notario, que levantará acta de las deficiencias detectadas. En todo caso, los residentes en localidades próximas están preocupados por la repercusión que pueda ocasionar el avance de las obras del túnel en los pozos de agua, pues algunos vecinos apuntan que los manantiales conforman una red subterránea que se extiende varios kilómetros y podría afectar incluso a zonas más distanciadas, como el entorno de Beiro.
Filtraciones en la zona de excavación
La ejecución de los dos tubos del túnel de A Burata (uno para circulación y otra galería de emergencia), que tendrá una longitud de cuatro kilómetros, se encuentra avanzada, si bien el proyecto de obra tuvo que ser modificado para asegurar la estabilidad de la estructura debido a la filtración en el túnel de gran cantidad de agua inicialmente no prevista. De hecho, esta modificación obligó a añadir 39 millones de euros al presupuesto inicial de obra, que había sido fijado en 89 millones de euros. Los técnicos de la empresa han explicado a los vecinos que queda pendiente de excavar un tramo de 300 metros de la galería y otro de 400 metros en el tubo central (se está avanzando desde los dos extremos hasta confluir en el punto medio), que concluirán, respectivamente, tras el verano y la próxima primavera.
Adoptar medidas
Los vecinos aseguraron que la empresa ha mostrado disposición a subsanar los problemas detectados y adoptar medidas para evitar nuevas incidencias en lo que queda de obra, ya que la zona que está pendiente de excavar es precisamente la ubicaba bajo Palmés. Este periódico ha contactado con la empresa constructora que, por el momento, no ha ofrecido valoraciones al respecto.
Asimismo, los técnicos visitaron las casas para analizar si las grietas existentes en algunas de ellas se deben a las obras, ya que el túnel -que se está construyen do a una profundidad de 120 metros bajo las casas- se ejecuta mediante barrenos y sienten vibraciones intensas. No obstante, los vecinos apuntaban que, por el momento, las grietas no son preocupantes.
Los peritos de la compañía volverán a la zona en próximos días acompañados de un notario, que levantará acta de las deficiencias detectadas. En todo caso, los residentes en localidades próximas están preocupados por la repercusión que pueda ocasionar el avance de las obras del túnel en los pozos de agua, pues algunos vecinos apuntan que los manantiales conforman una red subterránea que se extiende varios kilómetros y podría afectar incluso a zonas más distanciadas, como el entorno de Beiro.
Filtraciones en la zona de excavación
La ejecución de los dos tubos del túnel de A Burata (uno para circulación y otra galería de emergencia), que tendrá una longitud de cuatro kilómetros, se encuentra avanzada, si bien el proyecto de obra tuvo que ser modificado para asegurar la estabilidad de la estructura debido a la filtración en el túnel de gran cantidad de agua inicialmente no prevista. De hecho, esta modificación obligó a añadir 39 millones de euros al presupuesto inicial de obra, que había sido fijado en 89 millones de euros. Los técnicos de la empresa han explicado a los vecinos que queda pendiente de excavar un tramo de 300 metros de la galería y otro de 400 metros en el tubo central (se está avanzando desde los dos extremos hasta confluir en el punto medio), que concluirán, respectivamente, tras el verano y la próxima primavera.
Adoptar medidas
Los vecinos aseguraron que la empresa ha mostrado disposición a subsanar los problemas detectados y adoptar medidas para evitar nuevas incidencias en lo que queda de obra, ya que la zona que está pendiente de excavar es precisamente la ubicaba bajo Palmés. Este periódico ha contactado con la empresa constructora que, por el momento, no ha ofrecido valoraciones al respecto.
