El concello muestra por primera vez el interior del nuevo edificio, pero no anuncia avances en el plan funcional
El Concello de Ourense quiso trasladar ayer, apenas unos días después de trascender la pérdida de la subvención millonaria, que las obras de la Plaza de Abastos número 1 encaran ya su recta final, obviando eso sí que el plazo previsto en el contrato venció hace tiempo, y que, sobre todo, la reforma integral del edificio es ahora mismo inútil al carecer el gobierno municipal de un plan funcional para explotar el mercado y de un proyecto para urbanizar el entorno.
Por primera vez, la administración local dejó ver el interior del inmueble tras la intervención encargada a la empresa Acciona por algo más de 4,5 millones, que ha contemplado la colocación de columnas de la fundición Malingre en una de sus plantas entre otras cuestiones. La obra ha dejado, con todo, el espacio interior completamente diáfano a la espera de que se concrete por parte de los responsables políticos cómo será la distribución de los puestos y los usos que se den a las diferentes plantas.
También es necesario abordar la mejora del entorno para que el edificio pueda obtener la licencia de ocupación. La decisión de Alcaldía debe ser si optar por un proyecto de mínimos a través de un modificado para que lo ejecute Acciona o, en caso contrario, licitar una obra integral y que conllevaría una nueva licitación. Existe ya presupuesto habilitado a través de una operación presupuestaria en pleno, pero no se ha aprobado todavía ninguna decisión.
Queda pendiente también, aunque no afectaría a la explotación del mercado, la mejora del rianxo, un tema que volverá al pleno el próximo viernes a instancias del BNG.
