La mediación de agentes de la Policía Nacional este mes evitaron que Manuel Antonio F.R., de 41 años, atentara contra su vida en dos ocasiones en el plazo de 10 días.
La última tentativa de suicidio ocurrió en la noche del martes en la calle García Mosquera. En el interior de un vehículo, fue encontrado por las dotaciones policiales encañonándose con una pistola de pequeño tamaño en la sien. Incluso en un momento dado abandonó el coche y apuntó a los agentes policiales que acudieron al lugar, quienes pudieron protegerse tras unos coches aparcados. Esta actitud hizo que la patrulla solicitara refuerzos para cortar al tráfico y a los peatones la calle con el fin de evitar incidentes.
Fue uno de los agentes quien, tras dialogar con él, lo convenció y lo tranquilizó para que depusiera su actitud ya que, en un momento determinado, volvió a poner el arma en la sien. Asimismo, los agentes evitaron que se autolesionara cuando lo estaba atendiendo personal médico del 061 en tanto que intentó cortarse el antebrazo con una llave que tenía al lado del freno de mano.
La policía, tras incautarse del arma, comprobó que se trataba de una pistola de juguete.
Este mismo individuo, quien padece un problema de alcoholismo crónico, también había intentado lesionarse (se autoinfringió varios cortes en su muñeca izquierda) con una navaja el día 18 en la misma calle. En esta ocasión, también en el interior del coche.
En esta ocasión, fue el coordinador del servicio policial, quien vestía de paisano y sin distintivos que lo identificaran, el que logró convencerlo para que depusiera su actitud. Fueron necesarios varios minutos de diálogo para que finalmente Manuel Antonio F.R. depusiera su actitud y arrojase la navaja el suelo. El personal de la ambulancia del 061 que acudió al lugar logró estabilizarle la hemorragia del brazo.
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15/may./24
