La Policía Local estuvo ausente en la ciudad durante las noches de Semana Santa. Pese a la carencia de los agentes municipales, sus compañeros de la Comisaría se las apañaron en medio de reyertas y múltiples sucesos violentos. Los vecinos del Casco Vello solo constataron la aparición de una patrulla -dos policías- del cuerpo de seguridad del Concello durante el viernes y el sábado. Mientras, la Policía Nacional echó de menos la participación de sus compañeros.
Además de un encontronazo el miércoles por la noche, en la que ya se identificó a los implicados, los agentes de la Nacional también se movilizaron para aplacar a un hombre que amenazó a policías y viandantes con un cuchillo. Durante las tareas para restablecer el orden, un grupo de jóvenes también salpicó a las patrullas con botellas de cristal. No fueron los únicos sucesos del los días festivos: además de dos denuncias por violencia de género, ocurrieron varias peleas.
Los vecinos no fueron ajenos a nada de lo ocurrido: “La Subdelegación y el Concello se reparten la responsabilidad del caos en que está sumido el casco histórico, mientras el vecindario aguanta ruidos, botellones, venta de drogas y padecer la inseguridad de la noche como si no pagáramos impuestos con los que se costea la limpieza y la seguridad”, señalan desde O Cimborrio.
