“La política cambió radicalmente, algo impensable y para mal; la desconozco'

La plaza de la Constitución de Cávados, en el ayuntamiento de A Mezquita, se llamará desde el próximo sábado Plaza Doctor Sergio García Ferrera. Un hombre humilde y muy trabajador, médico de profesión que tras su jubilación se presentó a la alcaldía de su pueblo por el PSdeG-PSOE. Durante los ocho años que permaneció en la alcaldía, entre 1987 y 1995, el partido socialista ganó todas las elecciones.
¿Se esperaba este reconocimiento por parte de sus vecinos?
No, para nada. Ni me lo merezco. Pero estoy muy contento por ello y muy agradecido a todas las personas que lo están organizando y que me acompañarán en el acto del próximo sábado. Lo cierto es que no estoy muy enterado de que están preparando, salvo el hecho de que le darán mi nombre a la plaza de Cávados, la de la Constitución, porque me lo dijeron los concejales del ayuntamiento.

¿Sigue estando activo, políticamente hablando?
Ahora estoy algo alejado de la política, estoy jubilado, pero ejercí mucho tiempo. Me presenté a alcalde de A Mezquita cuando me jubilé de la medicina, pero yo llevo en la política toda mi vida. Nací en la política, la llevo en la sangre, la he heredado porque, a los once años, ya iba a la cárcel a llevar comida a mis tíos apresados por los franquistas. En los 80 fui miembro fundador del Partido Socialista en el sureste de la provincia. La pateé entera para crear el partido con Modesto Seara y, entonces, un desconocido Paco Vázquez en A Coruña. Y, durante 20 años, fui miembro del Comité Nacional del Partido Socialista.

¿Cómo ha cambiado la política desde entonces?
Ha cambiado radicalmente , algo impensable y para mal. La desconozco. Antes para entrar en los partidos te exigían nobleza y, además, sinceridad. Tenías que tener interés, pero interés por el pueblo y por dar un servicio a los ciudadanos...

¿Cuándo cree usted que empezaron a cambiar las cosas?
Yo pienso que fue en la última época de Felipe González, con todo el escándalo del ex director general de la Guardia Civil, Luis Roldán. Aquel hecho nos sorprendió a todos. Pero lo pillaron, lo metieron en la cárcel y parece que todos nos quedamos contentos y tan felices. Pero no, después fueron apareciendo otros casos, más pequeños, que han ido proliferando hasta la actualidad.

¿Tiene remedio esta situación?
Si que la tiene. Yo creo en la gente, en la bondad de las personas, y en su nobleza. Quiero pensar que esto ha sido una época y que la dignidad volverá a la política.

¿La crisis actual ayudará a limpiarla?
Sin lugar a dudas. La crisis va a influir en los sentimientos de la gente.
Cuando yo era alcalde, había veces que los plenos discutíamos acaloradamente, pero después, al terminar, todos independientemente del partido político, nos íbamos al bar a tomar algo y hablábamos como amigos. Los partidos estaban en el ayuntamiento y fuera, la amistad estaba por encima de todo, porque lo importante y lo que todos pretendíamos era hacer bien las cosas por encima de todo.

¿Qué recuerdos positivos guarda de su etapa como alcalde?
Los amigos, de todos los colores y partidos. Pero también recuerdo con especial cariño e importancia un juicio que ganamos al que fue magistrado del Tribunal Supremo, Pablo Castellano Cardalliaguet. Fue un pleito que tuvimos por las obras de la traída de A Mezquita y él defendía a un señor que se oponía a que ejecutásemos la obra. Pero finalmente ganamos el juicio y conseguimos traer el agua.

¿Y negativas?
Hay muchas cosas, pero mejor no recordarlas. Aquellas eran otras épocas. Entonces no teníamos nada de nada y nuestro cometido fue llevar a cabo aquellas obras para dotar al municipio de los servicios elementales y básicos: se hicieron caminos, abastecimientos...
Tengo entendido que, en sus ocho años al frente del partido socialista de A Mezquita, el PSdeG-PSOE no perdió ninguna elección. Entonces, ¿por qué dejó la política local?
Yo ya tenía mis años y había cumplido el mandato de dos legislaturas que entonces marcaba el partido, y lo dejé.
Donde mantiene un papel activo es en el desarrollo productivo del municipio y en la defensa, a ultranza, de la comarca Conso-Frieira de la que fue ideólogo y co-fundador
Si, es que eso no lo dejaré nunca. Estoy plenamente activo y seguiré trabajando en ello. Considero que esta comarca natural, sobretodo con la castaña, pero también con otros recursos como las ovejas o la miel, podría cambiar esta sinergia negativa y evolucionar porque tenemos los medios necesarios para ello. Personalmente, tengo una plantación de castaños y, aunque su producción en la comarca no es muy elevada, si que se trata de un producto de gran calidad.n

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