El tiempo de espera hasta la transacción ronda ahora los 12 meses, el doble que hace tres años

Los propietarios rebajan hasta un 10% los precios de venta de pisos en segunda mano

Una inmobiliaria del centro de la ciudad cuelga anuncios de pisos en venta, rebajados. (Foto: Daniel Atanes)
Las rebajas llegan también al sector inmobiliario de segunda mano, en el que los propietarios acceden a recortar entre un 5 y un 10% los precios que habían fijado inicialmente, para adaptarlos al valor actual del mercado. Y es que ahora ya no les dan salida tan rápido como en la etapa del ’bum’, cuando se vendían en cuatro o seis meses, sino que que esperar un año o más. La vivienda usada que más se vende son apartamentos de entre 55 y 75 metros, con hasta 10 años de antigüedad.
La reestructuración del mercado de vivienda de segunda mano está llevando a los propietarios particulares a considerar los precios que demandan por las viviendas que tienen a la venta. De ahí que en los últimos meses hayan tenido que reajustar sus pretensiones iniciales y rebajar la cuantía que piden, que en muchos casos no se adaptaba al valor de mercado y que estaba ’inflada’ como consecuencia de los fuertes incrementos de precio que se registraban durante la etapa del ’bum inmobiliario’, que cesó hace un año.

En este sentido, si en 2005 o 2006 el tiempo medio de venta de un piso de segunda mano en la ciudad oscilaba entre los cuatro y los seis meses, actualmente este periodo ya se alcanza el año e incluso lo supera según datos de las agencias inmobiliarias de la ciudad.

De ahí que los propietarios, en muchos casos por asesoramiento de los profesionales del sector y en otras ocasiones por iniciativa propia, estén planteando rebajas que oscilan entre un 5 y 10% sobre sus pretensiones iniciales y así adecuarlas más al valor de mercado. Aunque no todos los dueños de pisos a la venta acceden a estas rebajas. ’Suele ser gente que no tiene necesidad de vender con urgencia y que no les importa esperar hasta conseguir el precio que ponen’, explican en las agencias.

Por su parte, los compradores que ahora se interesan por adquirir una vivienda son conscientes de esta situación y de que ’ya no se la quitan de las manos’ como ocurría hace un par de años, en los que tenían que aceptar cuanto antes para evitar quedarse sin el piso. ’Los compradores ahora saben que pueden negociar’, explica Virginia Gállego, de la inmobiliaria Don Piso en la ciudad, ya que la situación actual y el largo periodo medio de venta motiva que los propietarios sean más receptivos a una rebaja. El tipo de vivienda de segunda mano que más se vende actualmente en la ciudad es el de un piso con una antigüedad inferior a 10 años (o hasta 15, como mucho). Los compradores demandan principalmente apartamentos de dos dormitorios (con una superficie que oscila entre los 55 y 75 metros cuadrados) y requieren que dispongan de ascensor y plaza de garaje.

La ralentización


La desaceleración de las ventas en el mercado inmobiliario ourensano se notó de forma particular a lo largo de la segunda mitad del 2007. ’Los meses des de el verano y hasta finales de año fueron horrorosos, ahora ya comienza a moverse el mercado, aunque muy poco a poco’, explican en una inmobiliaria. No obstante, no todos los agentes del sector realizan una valoración tan pesimista de la situación atravesada recientemente: ’Cierto que ya no hay la alegría que había antes, aunque lo que ocurría tampoco era normal. Pero el mercado en Ourense no registra tanta saturación como en otras ciudades y todavía se sigue vendiendo’, asegura al respecto otro profesional.

VIVIENDA NUEVA


Estrategias para atraer a los clientes Las rebajas llegan al mercado de vivienda usada, pero no se notan en el de obra nueva en la ciudad. Y es que los promotores son reacios a reducir los precios que demandan por las viviendas, salvo en el caso de que atraviesen por dificultades económicas. De ahí que el precio de pisos se mantenga estable en los últimos meses o sus incrementos sean muy ligeros (2-3%). Eso sí, los constructores constatan también que ya no se vende sobre plano, sino cuando la obra está a punto de acabar.

No obstante, las firmas que tienen grandes promociones en proyecto sí están encontrando más dificultades para dar salida a los pisos que están construyendo, de ahí que acudan a estrategias de márketing para atraer clientes. En el caso de Ourense, actualmente una inmobiliaria vende los pisos ya ’amueblados y decorados’ en una promoción que construye en Barbadás para los clientes que compren antes de final de abril, mientras que otra de la ciudad entregaba cheques de 2.000 euros para amueblar el piso a finales del año pasado. En todo caso, estas tácticas no son tan habituales en Ourense como otras regiones con los mercados más ralentizados, en las que, además de estrategias como las citadas, acuden a otras como regalo de electrodomésticos, garajes o mudanzas.


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