El presidente de la Confederación Galega de Persoas con Discapacidade (Cogami), Anxo Queiruga, ilustró, a través de su experiencia personal, la situación de las personas con discapacidad. La presentadora de esta conferencia del Foro La Región, Mónica Limia, destacó su trayectoria desde que comenzase a trabajar en Cogami en 1997.
Queiruga explicó cómo a los nueve años fue atropellado por un conductor ebrio, lo que lo llevó a utilizar desde entonces una silla de ruedas. Con el paso del tiempo, comprobó que su formación en un centro convencional jugó un papel vital para él y para su familia en la asimilación de esta situación. 'La educación es una herramienta indispensable para cualquier persona, pero para los discapacitados lo es doblemente', recalcó Queiruga, quien exhibió su indignación por la falta de garantías de una formación reglada para este colectivo, que supone el 10% de la población. De los más de 2.200 inscritos a lo largo del último año en Cogami , más de 400 no tenían ningún nivel de estudios.
Pero ¿qué es una persona discapacitada?, preguntó en voz alta: 'No son más que personas con capacidades diferentes', lo que , siguiendo su argumentación, nos convirtiría a todos en discapacitados. Hizo especial hincapié en que este colectivo tiene las mismas inquietudes y necesidades que el resto de la sociedad por lo cual 'tiene derecho a disponer de las herramientas que les permitan tomar decisiones que atañen directamente a su vida'.
En todo este proceso, la familia y la integración laboral juegan un papel fundamental. 'Es necesario aprovechar las capacidades de cada persona', mantiene Queiruga. Tener acceso a un empleo contribuye al desarrollo social, económico y personal tanto de los propios discapacitados como de sus familias 'que muchas veces, por presión del entorno, dejan de ver las capacidades de sus familiares'.
Aunque reconoce que se han dado pasos importantes en los últimos años 'queda mucho que pelear'. Cogami tiene 14 empresas que dan trabajo a cerca de 900 persoanas que no tenían posibilidades de acceder al mercado laboral por otras vías. 'Muchas veces es la sociedad la discapacitada, las personas tenemos unas habilidades u otras y hay que sacarles el máximo partido', aseveró el conferenciante.
En su exposición, también quiso recordarle a la sociedad que son personas de pleno derecho y que con sus reclamaciones no 'piden favores' sino poder ejercer lo que se les reconoce constitucionalmente como, ciudadanos . Así, recordó que la legislación recoge que 'es obligatorio que podamos hacer uso de todos los servicios en igualdad de condiciones'.
Su intervención fue también una declaración de intenciones en la que manifestó el propósito de no ceder en cuestiones de bienestar, ya que 'si nos descuidamos podemos retroceder 20 años'.
Para concluir, una proyección reflejó como todo esto puede materializarse y la premisa transmitida en la conferencia: 'La sociedad es un armazón complejo que recoge a todo tipo de personas, esta heterogeneidad es la normalidad'
Pero ¿qué es una persona discapacitada?, preguntó en voz alta: 'No son más que personas con capacidades diferentes', lo que , siguiendo su argumentación, nos convirtiría a todos en discapacitados. Hizo especial hincapié en que este colectivo tiene las mismas inquietudes y necesidades que el resto de la sociedad por lo cual 'tiene derecho a disponer de las herramientas que les permitan tomar decisiones que atañen directamente a su vida'.
En todo este proceso, la familia y la integración laboral juegan un papel fundamental. 'Es necesario aprovechar las capacidades de cada persona', mantiene Queiruga. Tener acceso a un empleo contribuye al desarrollo social, económico y personal tanto de los propios discapacitados como de sus familias 'que muchas veces, por presión del entorno, dejan de ver las capacidades de sus familiares'.
Aunque reconoce que se han dado pasos importantes en los últimos años 'queda mucho que pelear'. Cogami tiene 14 empresas que dan trabajo a cerca de 900 persoanas que no tenían posibilidades de acceder al mercado laboral por otras vías. 'Muchas veces es la sociedad la discapacitada, las personas tenemos unas habilidades u otras y hay que sacarles el máximo partido', aseveró el conferenciante.
En su exposición, también quiso recordarle a la sociedad que son personas de pleno derecho y que con sus reclamaciones no 'piden favores' sino poder ejercer lo que se les reconoce constitucionalmente como, ciudadanos . Así, recordó que la legislación recoge que 'es obligatorio que podamos hacer uso de todos los servicios en igualdad de condiciones'.
Su intervención fue también una declaración de intenciones en la que manifestó el propósito de no ceder en cuestiones de bienestar, ya que 'si nos descuidamos podemos retroceder 20 años'.
Para concluir, una proyección reflejó como todo esto puede materializarse y la premisa transmitida en la conferencia: 'La sociedad es un armazón complejo que recoge a todo tipo de personas, esta heterogeneidad es la normalidad'
