Los catorce colectivos que representan a 160.000 mujeres viudas de Galicia reclamaron su presencia en las mesas de negociación de los acuerdos alcanzados sobre pensiones en los Pactos de Toledo, porque ni siquiera nos consultaron y queremos que se nos oiga a través de los sindicatos, dijo la presidenta, Aurora Carro.
La representante de la Federación Gallega de Viúdas asistió al 35 congreso del colectivo que se celebró en el auditorio municipal de Ourense en cuya apertura intervinieron la secretaria general de Igualdade, Carme Adán; el alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, y el presidente de la Diputación, José Luis Baltar.
A las intervenciones les siguió una ponencia de Mariluz Villar sobre la historia de las mujeres y la evolución en el papel de las viudas a lo largo de la historia y en diferentes culturas.
Tras la comida, Carro explicó que entre las conclusiones del congreso está la renovación de demandas como la de una presencia efectiva en las negociaciones de los Pactos de Toledo.
Aludió a otras carencias y reivindicaciones como la de una pensión de viudedad que sea el 70 por ciento de la base reguladora, como la de jubilación, en lugar del actual 52 por ciento aprobado en enero de 2003 y que las pensiones de las viudas no se consideren, en el ámbito fiscal, como rentas de trabajo, que las obliga a retenciones de IRPF.
Otra demanda fundamental para el colectivo gallego es el de una pensión no contributiva para que los hijos de las mujeres viudas, huérfanos de padre, tengan medios para sus estudios, algo que ahora no tienen a pesar de que todo el mundo cacarea la protección a la infancia.
También aludió a los logros como el Estatuto del Autónomo, que parece que ya está en marcha y podemos presumir de que hace 20 años los colectivos de viudas empezamos a reclamar más derechos, ya que muchas mujeres pudieron entrar en el mundo laboral como autónomas.
En la reunión, Carme Adán intervino para explicar que el colectivo de viudas de Galicia está formado por un 94 por ciento de mujeres mayores de 55 años y 62.500 que superan los ochenta.
Las pensiones medias más bajas corresponden precisamente a los grupos de más edad, ya que, según dijo, las 29.000 viudas de 80 a 84 años cobran 390 euros al mes y las 33.400 que superan los 85 años cobran una media de 348 euros.
Las pensiones medias recibidas por viudas gallegas son de 430 euros.
Adán aludió a la puesta en marcha del programa Tempos de Mulleres para señalar que fue bien recibido sobre todo, por las asociaciones de viudas y a ellas se dirigirá otro programa propuesto para 2, específico con los objetivos de impulsar la reconstrucción y autonomía personal.
La secretaria general de Igualdad también apuntó como retos el favorecer el acceso a la información y a los recursos y fomentar la red asociativa de las mujeres viudas gallegas, aunque no se trata de separarlas de otras mujeres, sino de crear una hermandad entre todas ellas.
A las intervenciones les siguió una ponencia de Mariluz Villar sobre la historia de las mujeres y la evolución en el papel de las viudas a lo largo de la historia y en diferentes culturas.
Tras la comida, Carro explicó que entre las conclusiones del congreso está la renovación de demandas como la de una presencia efectiva en las negociaciones de los Pactos de Toledo.
Aludió a otras carencias y reivindicaciones como la de una pensión de viudedad que sea el 70 por ciento de la base reguladora, como la de jubilación, en lugar del actual 52 por ciento aprobado en enero de 2003 y que las pensiones de las viudas no se consideren, en el ámbito fiscal, como rentas de trabajo, que las obliga a retenciones de IRPF.
Otra demanda fundamental para el colectivo gallego es el de una pensión no contributiva para que los hijos de las mujeres viudas, huérfanos de padre, tengan medios para sus estudios, algo que ahora no tienen a pesar de que todo el mundo cacarea la protección a la infancia.
También aludió a los logros como el Estatuto del Autónomo, que parece que ya está en marcha y podemos presumir de que hace 20 años los colectivos de viudas empezamos a reclamar más derechos, ya que muchas mujeres pudieron entrar en el mundo laboral como autónomas.
En la reunión, Carme Adán intervino para explicar que el colectivo de viudas de Galicia está formado por un 94 por ciento de mujeres mayores de 55 años y 62.500 que superan los ochenta.
Las pensiones medias más bajas corresponden precisamente a los grupos de más edad, ya que, según dijo, las 29.000 viudas de 80 a 84 años cobran 390 euros al mes y las 33.400 que superan los 85 años cobran una media de 348 euros.
Las pensiones medias recibidas por viudas gallegas son de 430 euros.
Adán aludió a la puesta en marcha del programa Tempos de Mulleres para señalar que fue bien recibido sobre todo, por las asociaciones de viudas y a ellas se dirigirá otro programa propuesto para 2, específico con los objetivos de impulsar la reconstrucción y autonomía personal.
La secretaria general de Igualdad también apuntó como retos el favorecer el acceso a la información y a los recursos y fomentar la red asociativa de las mujeres viudas gallegas, aunque no se trata de separarlas de otras mujeres, sino de crear una hermandad entre todas ellas.
