La Vía de la Plata continúa su progreso, impulsado por la suavización de las restricciones. Así, durante este mes de julio, la Oficina del peregrino contabilizó 648 Compostelas entregadas a caminantes que habían transitado por la Vía da Plata, recorriendo al menos 100 kilómetros a pie o 200 en bicicleta a través de esta vía. No obstante, la afluencia real de peregrinos es mayor, ya que habría que sumar el caso de quienes cubrieron la ruta sin materializar su avance en una credencial. En cualquier caso, este es el mejor dato para cualquier mes desde octubre de 2019, cuando se habían contabilizado 884 peregrinos, y supera con creces la afluencia de julio de 2020, con solo 220. Eso sí, la cifra queda por debajo del dato récord de julio de 2010: 2.132 peregrinos.
Pero la pandemia supuso un reinicio total, y los 648 peregrinos alcanzados este julio son consecuencia del avance constante experimentado desde febrero de este año, cuando no se registró un solo peregrino. En marzo fueron apenas 5, y en abril 66. Al mes siguiente se superó ya el centenar: 165 peregrinos avanzaron por éxito a través de la Vía da Plata en mayo. En junio, este valor casi se triplicó, y fueron ya 467. Y, en el último mes, esta cifra se rebasó en 181 peregrinos, alcanzando los 648.
A pesar de su progreso, el principal itinerario por la provincia se mantiene como la séptima preferencia de los peregrinos, con el objetivo de regresar a medio plazo al tercer lugar, que ocupó históricamente y que mantenía en 2004. Pero, por el momento, continúa distanciado del Camino portugués por la costa (con 1.457 peregrinos en el mismo periodo, julio de 2021), el Camino primitivo (2.110), el Camiño do Norte (2.148) y el Camino Inglés (2.155), con el Francés y el Portugués fuera de alcance gracias a unos registros ya a otra escala: 18.869 y 5.863 itinerarios completados.
Por su parte, la segunda propuesta de la provincia, el Camiño do Inverno, se consolida como novena alternativa, con 131 peregrinos en el mismo mes. Y, en general, todas las rutas buscan regresar a su esplendor de 2019, cuando se batió el récord absoluto de Compostelas, 347.578, y eso que ni siquiera era un año Xacobeo.
"Eixe estratéxico"
El presidente de la Diputación, Manuel Baltar, reivindica a la Vía da Plata como “un eixe estratéxico no camiño do desenvolvemento da provincia”, por el que, asegura, “imos seguir apostando por ela, como xa facemos desde hai anos, ao tratarse dun dos nosos potenciais que, ademais, vincula a máis da terceira parte dos concellos da provincia polos que discorre”.
También José Luis Rodríguez, presidente de la Asociación de Amigos de la Vía da Plata, valora que “desde que mejoró la situación de la pandemia, se ha notado mucho en todos los caminos, cuando hace meses apenas había peregrinos. Me alegro mucho, no solo por este camino, sino por todos. Esperemos que las cosas sigan así, y que el próximo año sea un verdadero ‘Xacobeo’. Creo que la llegada del AVE será también clave”, valora.
La Vía de la Plata es el Camino Xacobeo de mayor recorrido: su itinerario completo se inicia en Sevilla, entrando en la provincia por La Portela da Canda (A Mezquita). Pero son numerosos los valientes que se atreven a realizar la totalidad de su recorrido. Estanislao Graña, de 60 años, llegó ayer por la mañana al albergue de la ciudad. En su caso, decidió realizar la Vía da Plata casi entera. Salió en solitario desde Jerez, con la idea de completar los 1.107 kilómetros que separan a la ciudad gaditana de Compostela, y se le unieron más peregrinos a lo largo del itinerario. “El Camino funciona así, cada uno se va uniendo según su gusto y ritmo y entablas nuevas amistades”, explica. Vivir en Andalucía no le hace inmune al calor, que fue su mayor enemigo. “Las etapas del sur son las más difíciles, a pesar de lo llano, porque es todo barro, tierra, polvo y calor. De vegetación, nada. Por esta parte del trayecto sería mejor transitar en abril o mayo, pero cada uno lo hace cuando puede”, reconoce. Además, en estos tramos le faltó la compañía. Una vez llegó a la altura de Zamora, el fresco y la mayor afluencia de peregrinos le facilitó las etapas restantes. Pero, para llegar a este punto, ya había tenido que completar más de 700 kilómetros. Estos días se reencuentra con sus raíces: “Soy un gallego del sur, de Cangas do Morrazo”, reivindica.
