ESTAFA CIBERNÉTICA

El robo de dinero con “mulas" a través de internet llega a los juzgados

El Fiscal de Delitos Económicos de Ourense, Miguel Ruiz, asegura que en momentos de crisis es más facil tentar a los intermediarios

Una buena parte de las estafas cibernéticas se centran en acceder a las contraseñas de las cuentas bancarias de los ciudadanos o empresas para desvalijarlas tras conseguir las claves de acceso. Para ello, previamente los delincuentes envían correos engañosos en los que se hacen pasar por la entidad financiera para pedir los números secretos y así obtener dinero de forma fraudulenta (una práctica que se conoce con el nombre de "phishing"). Pero este tipo de estafas ha dado una vuelta de tuerca en los últimos años con la utilización de las llamadas "mulas" del phishing. Los delincuentes emplean las cuentas corrientes de terceras personas para dificultar el rastreo del dinero obtenido de forma fraudulenta y cuyo último destino son los países del Este.

Los muleros, según explica el fiscal de Delitos Económicos de Ourense, Miguel Ángel Ruiz, "reciben correos electrónicos en los que se simulan ofertas de trabajo por parte de agentes de Aduanas o intermediarios financieros, en las que se les ofrecen jugosas comisiones, a modo de sueldo, por simplemente prestar sus cuentas para que les transfieran cantidades que no suelen superar los 3.000 euros y que después el contratado deberá enviar por mensajería, empresas de envío urgente o tarjetas Ukash (dinero electrónico) a países como Albania o Ucrania".

Los delitos

Cuando las fuerzas de seguridad siguen el rastro del dinero de la cuenta pirateada y descubren a los muleros, éstos siempre alegan desconocimiento, pero lo cierto es que se les está condenando por receptación y blanqueo de capitales (cuando hay intencionalidad delictiva clara) o bien por estafa en calidad de cooperadores por imprudencia (teoría de la ignorancia deliberada).

En el último año, ha llegado a juicio dos casos en Ourense que se han saldado con sendas condenas, mientras que el tercero está previsto enjuiciarlo el próximo día 8 en la Audiencia y un cuarto se instruye aún en O Barco.

Los juzgados están viendo casos de blanqueo de dinero a través del phishing que hasta ahora eran inexistentes en Ourense porque, según asegura Ruiz, han emergido como consecuencia de la crisis. "Es un dinero fácil de obtener con el que tentar a quienes están en busca de un trabajo", añade.

¿Pero cabe realmente la posibilidad de que los muleros sean víctimas de un engaño? El fiscal de Delitos Económicos, aun reconociendo que son el eslabón más débil, cree que no. "Todas estas operaciones se dan en internet, incluida la firma del contrato, por lo que se trata con personas con unos mínimos conocimientos que saben que a nadie se les paga suculentas comisiones por sacar un dinero por la mañana e ingresarlo en otro sitio por la tarde", explica.

En estas investigaciones, se llega a los intermediarios pero nunca a los cerebros de las estafas, redes internacionales de delincuentes asentados en países del Este, inaccesibles para los juzgados ourensanos.

Por su parte, el inspector jefe de la Policía Nacional Bernardo Deprado Lahoz, especialista en delitos en internet, considera básico frenar esta operativa desde el primer momento, a través de la prevención. A su entender, es básico saber detectar correos fraudulentos en los que se piden datos de carácter restringido y personal. Ningún banco requiere a sus clientes para que les entreguen sus claves con el fin de renovarlas vía internet.

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