Llobar Textil prevé incrementar exportaciones, que actualmente son el 15% de su producción

Ropa de caballero para más de 700 tiendas en toda España

Instalaciones de Llobar Textil en el parque empresarial de Pereiro de Aguiar. (Foto: JAINER BARROS)
El discurso de Manuel Francisco Barbosa encaja a la perfección en aquella frase hecha: mano de hierro en guante de seda.
Incisivo y claro en sus opiniones, modulado en las formas. ¿Un ejemplo? 'Este es un momento particularmente difícil como consecuencia del mal hacer de nuestros dirigentes que en los últimos cinco o diez años se han olvidado de que la verdadera economía radica en las pequeñas y medianas empresas'. La suya es una de esas pymes. Con Carlos Lloves Santos tiene el 50% de la sociedad Llobar Textil, además de asumir las funciones de gerente. Llobar (acrónimo de los apellidos Lloves y Barbosa, los socios) es una industria de moda de caballero nacida hace 25 años, que confecciona las marcas G54 o STAATS, y que se ubica en el parque empresarial de Pereiro de Aguiar.

En un sector en el que la mayoría ha sucumbido a fabricar en Asia o Norte de Africa, la firma ourensana tiene una mirada introspectiva en su producción. 'Nuestra empresa no solamente fabrica el cien por cien de la ropa en Galicia, sino que distribuye a tiendas multimarca que están amenazadas por las grandes multinacionales', dice Manuel Francisco. Aun con casi todo en contra, Llobar Textil coloca sus colecciones en más de 700 tiendas en toda España (llegó a tener más de mil clientes en los buenos tiempos), mantiene 21 empleos directos 'con contrato indefinido' y otra veintena de agentes comerciales en España y Portugal. El año pasado se cerró con unas ventas de tres millones de euros y este año tratarán de apuntalar una cifra similar, en todo caso 'amortiguar el descenso de actividad' que se percibe en los últimos ejercicios, resume el gerente.


BATIRSE CON GIGANTES

No es fácil batirse con los gigantes de la confección, entre otras cosas por los costes de producción. Llobar Textil fabrica aquí camisería, punto y pantalones 'para un sport joven de ciudad', mientras que sus competidores encargan las prendas a países con mano de obra barata. Barbosa cita a modo de ejemplo que 'el coste de un trabajador marroquí es cinco veces menor que el de un trabajador en España, trabajan 48 horas a la semana y, por supuesto, son impensables las huelgas'.

Para que esas diferencias competitivas se minoren los responsables de la fábrica ourensana dicen que su estrategia se basa en 'tener las ideas claras para saber a quién queremos dirigir nuestro producto', para añadir también que sus prendas 'están diferenciadas por el diseño, tienen un toque personal y luego buscamos tener contacto con el cliente y el producto'.

De la fábrica de Pereiro de Aguiar salen las prendas para las tiendas multimarca, la mayoría situadas en España, pero también para puntos de venta ubicados en otros países. El porcentaje de exportación se sitúa en torno al 15% y sus marcas se pueden adquirir en comercios de lugares con tantos contrastes como Hong Kong, México, Portugal, Alemania o los países nórdicos. Reconoce el gerente de la empresa que los éxitos 'son limitados' en la actividad exportadora, pero son tenaces a la hora de mantener la internacionalización. Cree Barbosa que la receta es la misma 'tanto en Rusia o Ucrania' como en cualquier otro lugar: imagen, producto 'y precio asiático'.

Su apuesta pasa por fidelizar la clientela, advirtiendo que también en la compra debe existir cierta reflexión, cierto acto solidario incluso. Razona que en algunas multinacionales 'ni siquiera la bolsa de plástico se hace en España' y que los consumidores 'tenemos que concienciarnos' en ayudar algo más a la industria doméstica, aquella que mantiene el empleo o la actividad económica en el entorno.

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