El embalse ha descendido 23 metros de los 31 previstos, lo que permitirá comenzar ya las obras

San Estevo afronta la fase con la que se culmina su vaciado

Vista del embarcadero, inutilizado. (Foto: Jose Paz)
El paisaje desértico que va desnudando el vaciado del embalse de Santo Estevo es el primer efecto de un proceso que entra en su recta final esta misma semana. Ya son perfectamente visibles en los más de 20 kilómetro de la cola. Según los datos proporcionados por la eléctrica vasca Iberdrola, a finales de la pasada semana el embalse había descendido 23 metros de los 31 previstos, lo que supone un volumen de un 44% aproximadamente.
El embalse, que tiene capacidad para 213 hectómetros cúbicos, habrá desalojado, cuando a lo largo de la semana entrante concluya el proceso, 147 hectómetros. Todo ello para poder llevar a cabo las obras necesarias para construir una nueva central hidroeléctrica (Santo Estevo II), que aprovechará la infraestructura de la actual presa. Las obras consisten en construir un túnel en la ladera de la zona de Nogueira de Ramuín con la finalidad de hacer un nuevo paso para el agua y colocar una turbina que posibilite generar 176 megavatios más, que se sumarán a los 265 de la central.

En esto momentos, el embalse está perdiendo agua a un ritmo de 0,8 metro/día, o lo que es lo mismo, según precisan fuentes de la compañía, "el volumen de agua que se desembalsa a través de las turbinas es de unos 5 hectómetros cúbicos por día". Esto, según los técnicos de Iberdrola, ocurrirá esta semana. La posibilidad de que el proceso sufra retrasos podría venir dada por el cambio de las condiciones meteorológicas, ya que las lluvias podrían tener como consecuencia la ralentización del ritmo de vaciado.


recorte de plazos

La empresa eléctrica había previsto, en un primer momento, proceder al vaciado en dos campañas (a lo largo de dos veranos), pero "hemos concentrado todo en una para evitar nuevos descensos el verano que viene". Una vez se hayan descendido los 31 metros previstos, "se podrá empezar con la obra de la toma, que es la estructura que hay que realizar para que el agua entre desde el embalse hasta la que será la planta de San Estevo II", según señala un portavoz de la compañía Iberdrola.

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