El hostelero que gestiona La Pajarera, en la cárcel por un atraco a su exsuegra

Óscar G.A., el hostelero detenido en la operación Larimar por señalar potenciales víctimas a los atracadores, había tenido relaciones personales con ellas. Un hostelero de Ourense daba el soplo a la violenta banda de atracadores El negocio familiar de su exsuegra fue uno de los objetivos. Eloy González, marido de esta y responsable de la empresa de reparto de bebidas Disbegon, confirma que la víctima del atraco fue su hermana. Eran las 10,00 horas de la mañana y la mujer acababa de salir para entregar la recaudación del día anterior a la sucursal bancaria. Caminó pocos metros y se topó con dos atracadores en moto que, antes de que pudiese reaccionar, la apuntaron con una pistola. “Le quitaron el maletín que llevaba y se marcharon, pero antes la tiraron al suelo. Se dio con la cara en el asfalto”, relata. Tuvo que ir en ambulancia al hospital con heridas en la cabeza. Ahora padece todavía un trauma por lo sucedido: “Es algo muy difícil de olvidar, psicológicamente no está bien”, señaló. Por otra parte, el maletín contenía 25.000 euros, que están a disposición de la Guardia Civil y la empresa todavía no pudo recuperar. “De momento, tenemos que seguir haciendo así las entregas, estamos barajando tomar alguna medida de seguridad para el futuro”, indica González. Esta empresa se dedica a distribuir bebidas a la hostelería. Precisamente en este sector trabajaba Óscar G.A., quien ahora está en prisión provisional. Gestor de la Pajarera Cafetería La Pajarera. Óscar G.A. es el hombre que ganó el concurso del Concello para hacerse cargo del Jardín Japonés, lo que ahora es La Pajarera. El empresario, que también regentaba un bar en Juan XXIII, hizo la mayor oferta: 68.389,20 euros por la concesión. Los hechos Una banda, con numerosos miembros organizados entre Ourense, Pontevedra y Barcelona, realizaban atracos premeditados, que requerían el estudio de sus víctimas y un plan perfecto de ejecución. Los actuantes son nueve hombres y una mujer especialistas en asaltos y sin miedo a emplear la violencia para conseguir el botín. Para llevar a cabo los golpes, se organizaban de forma jerárquica. El líder lanzaba órdenes desde Pontevedra y el segundo de abordo dirigía a las tropas desde Ourense. Se corresponde con el hombre al que interceptaron en su casa de Rairo, el pasado día 30 durante la operación. Antes de intervenir en viviendas o negocios, contaban -supuestamente- con la infalible ayuda de Óscar G.A., el informante. Que les señalaba posibles víctimas -relacionadas con su pasado- para que estudiasen sus rutinas y supiesen cuando atacar.