Saber con exactitud qué farola es la que no enciende y por qué motivo sin salir de una oficina es posible con el sistema de telegestión.
Una posibilidad que el Concello ha empezado a poner en marcha en distintos parques de la ciudad y con el que se controlan un total de 338 puntos de luz, repartidos entre el Parque da Canle, el paseo del Barbaña (hasta la Plaza de Abastos), el Parque Aventuras (a la altura del acceso centro) y el Ribeiriño. A estas farolas se añadirán en breve otras 506, tanto para completar el paseo del Barbaña, como en distintos puntos del perímetro rural, según la Concejalía de Servizo Eléctrico, que dirige Manuel Herminio Iglesias, que comenzó a desarrollar este sistema en As Curuxeiras.
Además del ahorro energético y económico, que se calcula en torno a un 40%, la telegestión permite realizar un mantenimiento más ágil y eficaz del alumbrado. Un ordenador permite visualizar el estado de los puntos de luz y emite una alerta cuando detecta algún fallo. Así, sin salir de la oficina, es posible saber con exactitud no sólo donde hay un problema sino también en qué consiste. 'Podemos saber qué luminaria falló y qué parte de la lámpara es la que genera el problema, por lo que ya podemos llevar las piezas necesarias para la reparación y dirigirnos desde un primer momento a la luminaria que tiene el fallo, evitando tener que encender otra vez el alumbrado para ver cuál es la que falla', explica un funcionario del servicio de Medio Ambiente.
Otra de las grandes ventajas de la telegestión es la agilidad en la resolución de problemas. 'Nos permite conocer en tiempo real si hay problemas en el alumbrado, ya que en las zonas donde no está en marcha este sistema, estamos un poco más a expensas de que alguien nos avise de los problemas', afirman en Medio Ambiente. La consecuencia directa de este 'gran hermano' del alumbrado público es la reducción considerable de las quejas vecinales por retrasos en la subsanación de problemas.
Además del ahorro energético y económico, que se calcula en torno a un 40%, la telegestión permite realizar un mantenimiento más ágil y eficaz del alumbrado. Un ordenador permite visualizar el estado de los puntos de luz y emite una alerta cuando detecta algún fallo. Así, sin salir de la oficina, es posible saber con exactitud no sólo donde hay un problema sino también en qué consiste. 'Podemos saber qué luminaria falló y qué parte de la lámpara es la que genera el problema, por lo que ya podemos llevar las piezas necesarias para la reparación y dirigirnos desde un primer momento a la luminaria que tiene el fallo, evitando tener que encender otra vez el alumbrado para ver cuál es la que falla', explica un funcionario del servicio de Medio Ambiente.
Otra de las grandes ventajas de la telegestión es la agilidad en la resolución de problemas. 'Nos permite conocer en tiempo real si hay problemas en el alumbrado, ya que en las zonas donde no está en marcha este sistema, estamos un poco más a expensas de que alguien nos avise de los problemas', afirman en Medio Ambiente. La consecuencia directa de este 'gran hermano' del alumbrado público es la reducción considerable de las quejas vecinales por retrasos en la subsanación de problemas.
