Si las termas públicas de la ciudad vuelven a abrir, extremo que el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, situó recientemente en un horizonte lejano por las obras necesarias para adaptarse a la nueva ley de la Xunta, lo harán de forma muy diferente. Serán de pago, ya que Jácome asegura que es “inviable” hacerlo de otra manera, ya que hará falta cita previa, control de acceso y personal.
“Es una cuestión de operatividad”, defendió el regidor, que elude dar plazos sobre la apertura de las termas un año y medio después de su cierre. “Recibimos hace solo dos semanas la guía de la Xunta para adaptarnos”, lamentó. Lo único claro es que “el actual modelo termal pasará a la historia”.
Desde el PSOE, llevarán una moción al pleno para instar a la Xunta a adoptar una “solución urxente” al cierre de los espacios termales. Acusan al PP de “acabar co modelo termal da cidade”, con una Ley de Aprovechamientos Termales que nace “sen contar con ninguén, desprezando a oposición e aos que saben de termalismo”. Así lo apunto el edil Javier Rey, que además recordó que Jácome dio el “certificado de defunción” para el mismo.
Los socialistas responsabilizan al PP de la “desfeita termal” , pero señalan a Jácome como “cooperador necesario da destrución da oferta pública termal na cidade”. Además, afean al alcalde que ejerza de mero “comentarista político” y no haga nada. “Necesitamos un Concello de Ourense que represente de verdade á veciñanza e lle diga á Xunta que por aquí non, que Ourense é unha cidade de primeira”, dijo Rey.
El PSOE hizo una enmienda en su día a la totalidad de la Ley termal cuando se tramitaba, mientras que el BNG pidió la devolución completa del texto, ambos sin éxito.
