El Juzgado de lo Penal 2 de Ourense sentó ayer en el banquillo a Manuel Iglesias Carballo, un vecino de Esgos, de 63 años, a quien el fiscal atribuyó un delito de agresión sexual por abusar supuestamente de una mujer a la que dio dinero para que le hiciese la comida.
Los hechos por los que fue acusado se remontan al 23 de septiembre de 2007. Ese día, según la versión que sostuvo el fiscal en el juicio, ofreció entre 5 y 10 euros a la víctima por acudir a su domicilio a prepararle el almuerzo, en donde le habría tocado los senos y se habría abalanzado sobre ella con los pantalones bajados mostrando su miembro viril.
Durante el juicio, en ausencia de la víctima, que no compareció, Manuel Iglesias negó los hechos para indicar: 'Iba a hacer de comer, se tiró sobre mí, me defendí de ella y se marchó, sin más'. Asimismo, el acusado arremetió contra la mujer al alegar ante el juez que 'ella es una marimundo, anda con cualquiera a cambio de dinero y sólo quería meterme en problemas, denunciarme'. Precisó, no obstante, que 'nunca tuvimos relaciones sexuales' y reconoció que le gusta 'la compañía de las chicas, aunque de esa, no'.
Por otro lado, negó haber forcejeado con ella, y sí admitió que 'se marchó con las llaves de mi casa a un bar cercano, por ello la seguí'. Precisamente, la responsable de este negocio, S.G., indicó que el día de los hechos 'ambos llegaron nerviosos al bar pidiendo que llamara a la policía'. Matizó que la víctima 'tenía una herida en el labio', negó que los dos hubiesen 'forcejeado en el local' y que, a su juicio, 'estaban ebrios'.
El fiscal pidió para el acusado año y medio de cárcel y la defensa su libre absolución.
Durante el juicio, en ausencia de la víctima, que no compareció, Manuel Iglesias negó los hechos para indicar: 'Iba a hacer de comer, se tiró sobre mí, me defendí de ella y se marchó, sin más'. Asimismo, el acusado arremetió contra la mujer al alegar ante el juez que 'ella es una marimundo, anda con cualquiera a cambio de dinero y sólo quería meterme en problemas, denunciarme'. Precisó, no obstante, que 'nunca tuvimos relaciones sexuales' y reconoció que le gusta 'la compañía de las chicas, aunque de esa, no'.
Por otro lado, negó haber forcejeado con ella, y sí admitió que 'se marchó con las llaves de mi casa a un bar cercano, por ello la seguí'. Precisamente, la responsable de este negocio, S.G., indicó que el día de los hechos 'ambos llegaron nerviosos al bar pidiendo que llamara a la policía'. Matizó que la víctima 'tenía una herida en el labio', negó que los dos hubiesen 'forcejeado en el local' y que, a su juicio, 'estaban ebrios'.
El fiscal pidió para el acusado año y medio de cárcel y la defensa su libre absolución.
