Tráfico decomisó el carné de conducir a 200 extranjeros al no disponer de dinero en efectivo para abonar la sanción en el momento, como exige la legislación. Los agentes optaron en estos casos por quedarse con el carné ante la imposibilidad de una alternativa para el desplazamiento del infractor. Los documentos nunca serán reclamados porque los afectados denunciaron en su país que lo habían perdido y obtuvieron otro. No son los únicos, en los cuarteles lusos de la raia hay 95 carnés de españoles por el mismo motivo.
Antonio Rodríguez La raia continúa existiendo para las direcciones generales de Tráfico en los distintos países de la Unión Europea. La falta de un acuerdo para cobrar las multas en ventanilla e incluso a través de la vía ejecutiva por las infracciones que cometen los conductores de una nación en otra, provoca que en los cajones de la Guardia Civil de Tráfico de Ourense se amontonen 200 permisos de circulación de conductores extranjeros que dejaron tras cometer una infracción en las carreteras y no disponer de dinero en efectivo para abonarla.
Los documentos fueron requisados en los últimos cinco años y los agentes los custodian por si algún día lo reclama su dueño que, de hacerlo, tendría que abonar la multa. Pero esto, según fuentes de la Guardia Civil de Tráfico, nunca llegó a suceder porque los afectados, una vez en su país, denunciaron que se le había extraviado el documento e incluso que se lo robaran y las autoridades le facilitaron otro, explicaron en Tráfico.
Los agentes, ante la falta de un acuerdo comunitario, cuando un conductor extranjero comete una infracción habitualmente la cobran en el momento o le inmovilizan el vehículo hasta que sea abonada. A los 200 conductores que le intervinieron el carné también les pidieron el dinero y les amenazaron con retirarles el vehículo pero, al final, los dejaron marchar al no disponer de dinero en efectivo y no haber forma posible de conseguir otro medio para llegar a su destino al ir acompañados de familia, especialmente con niños pequeños. Lo habitual es que se le inmovilice el vehículo hasta que abonen la sanción y ya no es la primera vez que un camión está días parado en una carretera, pero hay ocasiones en que resulta imposible hacerlo por las personas que están en el interior o la urgencia del viaje, apuntaron en Tráfico.
Entonces es cuando le requisan el carné haciéndolo constar, junto con la sanción, en un documento que los agentes entregan al conductor antes de que abandone la zona.
Los documentos fueron requisados en los últimos cinco años y los agentes los custodian por si algún día lo reclama su dueño que, de hacerlo, tendría que abonar la multa. Pero esto, según fuentes de la Guardia Civil de Tráfico, nunca llegó a suceder porque los afectados, una vez en su país, denunciaron que se le había extraviado el documento e incluso que se lo robaran y las autoridades le facilitaron otro, explicaron en Tráfico.
Los agentes, ante la falta de un acuerdo comunitario, cuando un conductor extranjero comete una infracción habitualmente la cobran en el momento o le inmovilizan el vehículo hasta que sea abonada. A los 200 conductores que le intervinieron el carné también les pidieron el dinero y les amenazaron con retirarles el vehículo pero, al final, los dejaron marchar al no disponer de dinero en efectivo y no haber forma posible de conseguir otro medio para llegar a su destino al ir acompañados de familia, especialmente con niños pequeños. Lo habitual es que se le inmovilice el vehículo hasta que abonen la sanción y ya no es la primera vez que un camión está días parado en una carretera, pero hay ocasiones en que resulta imposible hacerlo por las personas que están en el interior o la urgencia del viaje, apuntaron en Tráfico.
Entonces es cuando le requisan el carné haciéndolo constar, junto con la sanción, en un documento que los agentes entregan al conductor antes de que abandone la zona.
