El rector de la Universidad de Vigo, Salustiano Mato, participa en la Comisión Mixta que puso en marcha el Ministerio de Educación para estudiar el nuevo modelo de gobernanza del sistema universitario español, que se constituyó antes del verano, es la última pata de la Estrategia Universidad 2015 y dará un vuelco al actual statu quo.
La comisión está formada por representantes del Consejo de Universidades (además de Mato, están los rectores de Sevilla, Autónoma de Madrid y Rovira i Virgili); la Conferencia General de Política Universitaria, en la que están las comunidades autónomas (en este caso representadas por Cataluña, Murcia, Aragón y Castilla-León); el nuevo Consejo de Estudiantes Universitario del Estado, y el Ministerio de Educación, de la mano del secretario general de Universidades, Mario Rubiralta, y el director general de Política Universitaria, Juan José Moreno.
El nuevo modelo y los cambios legislativos que va a suponer se producirán en la próxima legislatura, pero este mismo verano se presentó un real decreto que avanza en aspectos de gobernanza y que ya contó con los informes positivos del Consejo de Universidades y la Conferencia General de Política Universitaria. Si todo marcha según lo previsto podría aprobarse en noviembre, en el último Consejo de Ministros. Este real decreto es el que dio lugar a declaraciones sobre posibles fusiones de universidades, un instrumento que aparece en el texto, pero los cambios que plantea son de mayor calado. Preguntado por este asunto, el rector vigués explica que 'habla de cosas tan potentes cómo definir por primera vez cuáles son los requisitos básicos y los estándares que tiene que cumplir una universidad privada para considerarse como tal, y también para una universidad pública. Imaginemos que una universidad privada no cumple (en Galicia no pero en algunos sitios crecieron como champiñones), en este caso el decreto aconseja procesos de fusión o redefinición para conseguir esos estándares'.
RÁNKING OFICIAL EN ESPAÑA
Mato explica que se pone un nivel de exigencia alto para las universidades nuevas y para las que ya existen se concede un plazo de tiempo para ser evaluadas (de 18 meses a 3 años según el año de creación). Esta evaluación tiene un doble objetivo: comprobar si cumplen los estándares mínimos y calificar a las universidades, de tal forma que España tendrá por primera vez un ránking oficial de universidades. En investigación se establecen dos categorías, universidad investigadora o intensiva en investigación, como una especie de 'Champions, con primera y segunda división'. Salustiano Mato afirma que la de Vigo luchará por la primera división, aunque dependerá de los baremos que se establezcan, y sobre el cumplimiento de los requisitos mínimos asegura que las tres universidades gallegas los cumplen 'sin problemas'.
Otro cambio sustancial es que deroga decretos existentes sobre los departamentos y promueve cambios en la gobernanza interna de las universidades en el sentido de fusionar centros, hacer centros más grandes, abrir la puerta a que cada universidad decida si se convierten en unidades docentes, crear unidades de I+D+i, la conveniencia de crear centros de posgrado, explicó el rector. 'Está muy en la línea de las cosas que nosotros hemos propuesto aquí, abre unas posibilidades para la organización interna muy importantes y permitirá aumentar la eficiencia', dijo.
El nuevo modelo y los cambios legislativos que va a suponer se producirán en la próxima legislatura, pero este mismo verano se presentó un real decreto que avanza en aspectos de gobernanza y que ya contó con los informes positivos del Consejo de Universidades y la Conferencia General de Política Universitaria. Si todo marcha según lo previsto podría aprobarse en noviembre, en el último Consejo de Ministros. Este real decreto es el que dio lugar a declaraciones sobre posibles fusiones de universidades, un instrumento que aparece en el texto, pero los cambios que plantea son de mayor calado. Preguntado por este asunto, el rector vigués explica que 'habla de cosas tan potentes cómo definir por primera vez cuáles son los requisitos básicos y los estándares que tiene que cumplir una universidad privada para considerarse como tal, y también para una universidad pública. Imaginemos que una universidad privada no cumple (en Galicia no pero en algunos sitios crecieron como champiñones), en este caso el decreto aconseja procesos de fusión o redefinición para conseguir esos estándares'.
RÁNKING OFICIAL EN ESPAÑA
Mato explica que se pone un nivel de exigencia alto para las universidades nuevas y para las que ya existen se concede un plazo de tiempo para ser evaluadas (de 18 meses a 3 años según el año de creación). Esta evaluación tiene un doble objetivo: comprobar si cumplen los estándares mínimos y calificar a las universidades, de tal forma que España tendrá por primera vez un ránking oficial de universidades. En investigación se establecen dos categorías, universidad investigadora o intensiva en investigación, como una especie de 'Champions, con primera y segunda división'. Salustiano Mato afirma que la de Vigo luchará por la primera división, aunque dependerá de los baremos que se establezcan, y sobre el cumplimiento de los requisitos mínimos asegura que las tres universidades gallegas los cumplen 'sin problemas'.
Otro cambio sustancial es que deroga decretos existentes sobre los departamentos y promueve cambios en la gobernanza interna de las universidades en el sentido de fusionar centros, hacer centros más grandes, abrir la puerta a que cada universidad decida si se convierten en unidades docentes, crear unidades de I+D+i, la conveniencia de crear centros de posgrado, explicó el rector. 'Está muy en la línea de las cosas que nosotros hemos propuesto aquí, abre unas posibilidades para la organización interna muy importantes y permitirá aumentar la eficiencia', dijo.
