Urgencias del CHUO tiene su propio protocolo de actuación

En el momento que hay una sospecha, se separa a la posible pareja o a cualquier acompañante que venga con la mujer, y que suele ser además muy atento, ya que son grandes simuladores

Los servicios de urgencia del Complexo Hospitalario de Ourense, CHUO, son testigos de la violencia física que, unas veces llega con todo su nombre, y otras, camuflada con caídas y golpes fortuitos que se enfrenta a las sospechas médicas.

El coordinador de Urgencias, Ildefonso Cejudo, señala que "todo está marcado por un protocolo concreto. En el momento que hay una sospecha, se separa a la posible pareja o a cualquier acompañante que venga con la mujer, y que suele ser además muy atento, ya que son grandes simuladores. Una vez aislada, se intenta ser muy sutil a la hora de insinuar si ha habido alguna agresión, algo que nunca se pregunta de manera directa. Siempre que son lesiones que parecen raras se hacen muchas preguntas, se hace un parte, donde se explican las lesiones sin concretar, pero de tal manera que, en caso de una futura denuncia, pueda ser utilizado, y se les ofrece ayuda para que den un paso adelante. Lo habitual es que lo nieguen y si ellas no quieren, nosotros no podemos denunciar".

Para Cejudo, el protocolo "está muy bien hecho" y este tema es de "alta sensibilidad para los profesionales. El problema es la propia asistencia. Dentro de tantas cosas que ocurren en el día a día, puede resultar difícil estar atento a detectar estas situaciones". 

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