El Concello de Ourense -conjuntamente con su aseguradora- tendrá que indemnizar con 9.000 euros (más el IPC desde entonces) a una usuaria del Pabellón municipal de Os Remedios que sufrió una caída en las instalaciones deportivas. Así lo determina una sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Ourense, que estima parcialmente el recurso presentado por la usuaria en un fallo que, no obstante, puede ser recurrido.
La mujer sufrió una aparatosa caída en la clase de gimnasia en la que participaba, en abril de 2009, a consecuencia de la que se fracturó el brazo derecho, quedándole secuelas. Por ello, reclamaba al Concello una indemnización de 39.459 euros al considerar que la caída se debía al estado defectuoso y resbaladizo del suelo del gimnasio, que consideraba 'inadecuado y peligroso para la práctica deportiva'. El Concello, por su parte, alegaba que la caída había sido fortuita y la atribuía a la 'falta de diligencia o prudencia de la recurrente al realizar los ejercicios'.
Finalmente, el juez da la razón parcialmente a ambos en la sentencia. Así, el magistrado ve claro que 'la Administración municipal pudo haber evitado el accidente si hubiese atendido las previas quejas de las usuarias del gimnasio sobre el estado resbaladizo del pavimento'. De hecho, añade el juez, tras este accidente se dio al suelo de la instalación deportiva un tratamiento antideslizante. Por tanto, determina que existe 'una relación de causalidad entre el servicio público y la caída'.
No obstante, en la sentencia se recoge que también existe un grado de culpa en la víctima, 'pues era conocedora del estado resbaladizo del pavimento y de la peligrosidad que conllevaba realizar en esas condiciones el ejercicio en el que se produjo la caída', considerando que debió negarse a hacerlo o extremar las precauciones.
Finalmente, el juez da la razón parcialmente a ambos en la sentencia. Así, el magistrado ve claro que 'la Administración municipal pudo haber evitado el accidente si hubiese atendido las previas quejas de las usuarias del gimnasio sobre el estado resbaladizo del pavimento'. De hecho, añade el juez, tras este accidente se dio al suelo de la instalación deportiva un tratamiento antideslizante. Por tanto, determina que existe 'una relación de causalidad entre el servicio público y la caída'.
No obstante, en la sentencia se recoge que también existe un grado de culpa en la víctima, 'pues era conocedora del estado resbaladizo del pavimento y de la peligrosidad que conllevaba realizar en esas condiciones el ejercicio en el que se produjo la caída', considerando que debió negarse a hacerlo o extremar las precauciones.
