El proyecto de obra contempla la expropiación de una docena de viviendas, entre un total de 622 propiedades

La variante norte retirará del área urbana casi 6.000 vehículos al día

Desdoblamiento de la N-120 en Eirasvedras.
La variante norte tiene como objetivo inicial liberar la ciudad del tráfico de casi 6.000 vehículos al día, según la previsión realizada por los técnicos que elaboraron el proyecto de obra, actualmente en fase de exposición al público.
Ese estudio indica que, si la vía entrase en servicio en 2011 (circunstancia que no se va a producir, por el retraso en la tramitación), liberaría del tráfico urbano 5.083 vehículos ligeros y 744 pesados (5.857 al día). Los autores del estudio prevén un crecimiento del tráfico mayor en los primeros años,que se estabilizaría luego. Así, calculan que a los diez años de funcionamiento (2021 según su supuesto) la vía podría canalizar 9.127 vehículos diarios (7.918 ligeros y 1.209 pesados) y otra década más tarde (2031) absorbería un tráfico de 11.971 vehículos (10.387 ligeros y 1.584 pesados). El estudio estima un crecimiento del número de usuarios del 3,7% de media en las dos primeras décadas de funcionamiento.


AFECTACIÓN

El proyecto de construcción de la variante norte también contempla la expropiación de 12 viviendas, incluidas en las 622 parcelas que serán necesarias para la construcción de la nueva circunvalación, cuya relación publicó el BOE la semana pasada.

Además de las 12 viviendas, las expropiaciones afectan a otro centenar de parcelas urbanas. Mientras, la mayoría de las fincas restantes están catalogadas como matorral, pardo o fincas de labor. El Ministerio de Fomento contempla que el coste total de las expropiaciones de este tramo estará situado en 9.522.700 euros.

La nueva vía comunicará la N-525 a la altura de A Casilla (en el enlace de acceso al Puente de Velle) y la N-120 entre Quintela y Eirasvedras. Tiene una longitud total de 4,8 kilómetros, con dos carriles por sentido (excepto en el túnel, que contará con tres). Así, el enlace de A Casilla será transformado en una gran rotonda, que permitirá todos los movimientos de entrada y salida entre las carreteras que une (de hecho, el proyecto se realizó teniendo en cuenta las previsiones de conexión con la futura autovía de Lugo, que desembocará en ese punto). Desde ahí, el nuevo vial se dirige hacia As Eiroás, por donde pasará bajo un túnel de 850 metros. El vial continuará por detrás de los núcleos de O Pino y de Quintela, pasando por debajo de un viaducto de la línea de alta velocidad, que está en construcción. En Quintela, la nueva circunvalación conectará con la calzada en sentido a Vigo de la N-120. Será un enlace parcial, que permite la entrada desde la N-120 a la futura variante y la salida hacia Vigo. La circunvalación continúa a lo largo de otro kilómetro hasta Eirasvedras, donde conectará con la N-120 en los dos sentidos, para lo que será necesario modificar las vías actuales de unión entre la N-120 y la A-52.

Inversión

La circunvalación norte es la obra pública que más años lleva esperando la ciudad: 16 desde que se inició su tramitación administrativa.

El informe ahora en exposición pública recuerda los orígenes del proyecto, que se remontan a un estudio informativo elaborado en el año 1994 que fue descartado y no se llegó a aprobar. En 2001 se presentó otro estudio, en el que se realizaron modificaciones tras la presentación de alegaciones, y se publica en el BOE de diciembre de 2002. La declaración de impacto ambiental no llega hasta casi cuatro años después (mayo de 2006) y la contratación del proyecto de obra se realiza todavía dos años mas tarde (mayo de 2008). Este proyecto se había contratado entonces con un plazo de siete meses, pero todavía se expone al público ahora, dos años y medio después.

A día de hoy, sigue sin concretarse la fecha de inicio de obras y la de entrada en servicio. No obstante, no se prevé que puedan comenzar el próximo año, al menos teniendo en cuenta la previsión de los presupuestos generales del Estado para 2011, que le reservan sólo 134.000 euros. Además, se trata de una obra muy cara, máxime en el actual momento de dificultades económicas.

Aunque se trata de un tramo de menos de cinco kilómetros, la difícil orografía de la zona afectada repercute en la complejidad de la obra y en su coste. Precisamente, uno de los cambios más sustanciales que se muestran en el proyecto ahora exposición pública es el relativo al coste de la obra. Cuando se había realizado el estudio informativo del trazado (en el año 2001), el presupuesto estimado de la ejecución era de 56 millones de euros. No obstante, ahora estas previsiones han crecido notablemente, ya que el coste total indicado en el informe que se encuentra en fase de exposición pública (incluyendo las expropiaciones y el IVA) es de 160.058.466 euros. Sólo la construcción del túnel de As Eiroás tendrá un coste de 53 millones de euros.


COMPARATIVA

La inversión prevista para esta obra supone un gasto de 32 millones por kilómetro, lo que la sitúa entre los tramos de carretera más caros. Se trata casi del mismo coste que el tramo de acceso del AVE a la ciudad, ya que los 17 kilómetros entre Taboadela y el Empalme están estimados en 560 millones, es decir, casi 33 millones por kilómetro.

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