Una vecina del número 77 de la calle Ervedelo de la ciudad, Gloria M.G., no encuentra respuestas para la situación que vivió el pasado domingo cuando le dejaron en la puerta de su domicilio una bolsa con 137.000 euros en billetes de 500. 'No sé quién pudo dejar el dinero, ya pregunté a varios familiares, pero ninguno sabe nada', aseguró la mujer a través del portero automático de su vivienda.
Todo comenzó sobre las dos de la tarde del domingo cuando sonó el timbre de su casa, un primer piso del edificio, y Gloria M.G. abrió la puerta, pero no se encontró a nadie esperando. La mujer inspeccionó la escalera y escuchó como se cerraba la puerta del portal. Al retroceder para entrar de nuevo en su vivienda, convencida de que timbraran a su puerta por equivocación, observó al lado de la alfombrilla de su puerta una bolsa con una caja en el interior, debidamente cerrada.
El bulto le resultó extraño: 'Cogí miedo porque creí que se podía tratar de algo malo, de una bomba que alguien había dejado para hacernos daño', afirma.
Así lo primero que hizo fue alertar a la Policía Nacional, que acudió de inmediato al lugar, acompañada de una ambulancia ante la sospecha de que se registrase una explosión y se produjeran heridos.
Los agentes acordonaron la zona y desalojaron a los vecinos cercanos a la vivienda, al tiempo que inspeccionaban el paquete para cerciorarse de que no contenía material explosivo y que la bomba era una falsa alarma.
SORPRESA
Pero lo mejor aún estaba por venir, los policías abrieron el paquete en la misma entrada de la casa con el objetivo de reflejar su contenido en el parte de incidencias y no daban crédito a lo que había en el interior, la caja estaba llena de billetes, todos de 500 euros. 'No acaba de creer lo que estaba viendo y pensé que se trataba de una broma, que el dinero era falsificado', apuntó la vecina.
Los agentes avisaron al juzgado de guardia que decomisó el dinero, que, tras ser contado, sumaba 137.000 euros. Mientras, los agentes realizaron una inspección ocular en el portal de la vivienda con el objetivo de encontrar huellas que permitan identificar a la persona que lo abandonó.
MIEDO
Gloria M.G. se negaba ayer a hablar abiertamente del caso y mucho menos abrir la puerta de su domicilio a desconocidos. 'Tengo miedo porque no entiendo lo que está pasado, ni sé donde está el dinero, ni tampoco si es de curso legal o falso', explica, recalcando que no se imagina quién pudo dejarlo en la puerta de su casa. 'No tengo ni idea de donde procede el dinero', añade.
La mujer reside desde hace unos años en la calle Ervedelo. La vivienda es bastante antigua, en la que comparte su vida con un hombre oriundo de Senegal.
Sus convecinos tampoco acaban de creerse la situación, y se muestran sorprendidos ante la cantidad de dinero que dejaron en la puerta.
El bulto le resultó extraño: 'Cogí miedo porque creí que se podía tratar de algo malo, de una bomba que alguien había dejado para hacernos daño', afirma.
Así lo primero que hizo fue alertar a la Policía Nacional, que acudió de inmediato al lugar, acompañada de una ambulancia ante la sospecha de que se registrase una explosión y se produjeran heridos.
Los agentes acordonaron la zona y desalojaron a los vecinos cercanos a la vivienda, al tiempo que inspeccionaban el paquete para cerciorarse de que no contenía material explosivo y que la bomba era una falsa alarma.
SORPRESA
Pero lo mejor aún estaba por venir, los policías abrieron el paquete en la misma entrada de la casa con el objetivo de reflejar su contenido en el parte de incidencias y no daban crédito a lo que había en el interior, la caja estaba llena de billetes, todos de 500 euros. 'No acaba de creer lo que estaba viendo y pensé que se trataba de una broma, que el dinero era falsificado', apuntó la vecina.
Los agentes avisaron al juzgado de guardia que decomisó el dinero, que, tras ser contado, sumaba 137.000 euros. Mientras, los agentes realizaron una inspección ocular en el portal de la vivienda con el objetivo de encontrar huellas que permitan identificar a la persona que lo abandonó.
MIEDO
Gloria M.G. se negaba ayer a hablar abiertamente del caso y mucho menos abrir la puerta de su domicilio a desconocidos. 'Tengo miedo porque no entiendo lo que está pasado, ni sé donde está el dinero, ni tampoco si es de curso legal o falso', explica, recalcando que no se imagina quién pudo dejarlo en la puerta de su casa. 'No tengo ni idea de donde procede el dinero', añade.
La mujer reside desde hace unos años en la calle Ervedelo. La vivienda es bastante antigua, en la que comparte su vida con un hombre oriundo de Senegal.
Sus convecinos tampoco acaban de creerse la situación, y se muestran sorprendidos ante la cantidad de dinero que dejaron en la puerta.
