No es la tónica dominante, pero sí se trata de una realidad: las villas y concellos más pequeños carecen de servicios hosteleros y hoteleros suficientes para cubrir la demanda que se plantea en eventos populares, fines de semana y celebraciones de interés. La difícil situación económica actual, que ha encarecido el coste de mantener abierto un negocio y ha cambiado las dinámicas sociales; la falta de relevo generacional o el éxodo rural están detrás de esta problemática.
En Valdeorras, y en particular en O Barco, se plantean serios problemas a la hora de encontrar alojamiento en las fechas que coinciden con cualquier acontecimiento deportivo o festivo de cierta relevancia. Esta carencia la confirmaba la responsable del hotel-monumento Pazo do Castro. “Hay muy pocos alojamientos. Hacen falta. Necesitamos emprendedores, pues si los visitantes no encuentran, se van a dormir al Bierzo”, comenta Montserrat Rodríguez.
El concejal barquense de Promoción Económica, Turismo, Comercio e Consumo, coincide totalmente con la empresaria barquense. Eladio Santos considera que las 370 plazas hoteleras que ofrece actualmente la villa barquense son a todas luces insuficientes para atender la demanda existente en ciertas fechas. “Son claramente insuficientes. Nas reunións con operadores turísticos sempre se comenta que hai escasez de plazas”, comenta. Esta situación se repite en lugares como Xinzo o Verín cuando se celebra el Entroido.
En Allariz no es sencillo encontrar un lugar en el que comer o cenar cuando se trata de fines de semana que coinciden con la celebración de eventos populares y en concellos más pequeños, como Vilariño, la falta de relevo generacional y la crisis del rural imposibilitan, en ocasiones, tomar un café.
Valdeorras - Los empresarios estiman escasos los alojamientos
En Valdeorras, y especialmente O Barco, las insuficientes plazas hoteleras desvían a un buen número de visitantes hacia las comarcas próximas y, en la mayoría de los casos, hacia la capital del Bierzo: Ponferrada. “Hacen falta plazas”, comenta Montserrat Rodríguez, responsable del hotel-monumento barquense Pazo do Castro. Esta carencia es palpable en determinadas fechas, como los eventos deportivos que organizan clubes como el de atletismo Adas Cupa o el Fluvial Barco. Otro factor que influyó en el aumento de la demanda de plazas de pernocta es el incremento del número de peregrinos que eligen el Camiño de Inverno en su paso hacia Santiago, un itinerario que incluye a Valdeorras.
Allariz - Visitantes que se van sin comer el fin de semana
El Concello de Allariz promueve habitualmente iniciativas que ayudan a llenar la villa de turistas y visitantes en numerosos fines de semana a lo largo del año: el siempre popular decorado navideño, el Samaín, la Festa do Boi o la Feira de Outono son solo algunos ejemplos de la dinamización turística y económica que se lleva a cabo, sin embargo, en ocasiones, muchos visitantes se vuelven a sus casas sin haber podido comer o cenar. Al menos dos establecimientos de hostelería han cerrado en el último año y los que hay actualmente, principalmente en el centro, se llenan en muchos momentos puntuales.
Esta situación se vive más frecuentemente los fines de semana.
Xinzo de Limia - Tres negocios que son insuficientes con eventos
Xinzo de Limia cuenta con tres hoteles en la actualidad y, tal y como opina el edil de Promoción Económica, Manuel Pérez Campos, en eventos puntuales las plazas son insuficientes. Con la celebración de la Subida a Vilar de Barrio se agotaron los alojamientos en la villa antelana, que también ha sufrido en este último año el cierre de, al menos, dos establecimientos hosteleros. “Ante fins de semana como os que van a vir prevemos que a oferta non chegará para dar comidas a todo o mundo”, asegura Pérez Campos.
Lograr el equilibrio teniendo en cuenta que, en semanas normales, el movimiento es mucho menor, no es tarea sencilla. “O tema económico e social tampouco axuda”, concluye el edil.
Verín - El Entroido deja la villa sin plazas
Verín cuenta con un único hotel y, aunque hay pensiones, hostales y pisos en alquiler, así como el Parador de Monterrei y casas rurales en la comarca, en fechas puntuales se hace difícil encontrar donde dormir. Es el caso del Entroido -la ocupación hotelera ya está al 50 por ciento, a tres meses-. “É un bombardeo, as datas de Entroido ocúpanse moi rápido e moita xente queda sen sitio no que durmir”, coinciden en los negocios. Es la única ocasión en la que se llenan al cien por cien, pero durante otras fechas del año la disponibilidad hotelera se hace escasa en Verín, como es el fin de semana de la Feria del Vino Monterrei -en agosto-, el Lázaro o la Semana Santa. En lo que respecta a la hostelería, Verín tiene una amplia oferta tanto de bares como de restaurantes. Destacan la calle Montemaior, la Praza Maior y Alameda.
Celanova - Sin lugares de plato, cuchillo y tenedor
En la villa de San Rosendo, la hostelería está resistiendo y no se han registrado muchos cierres. La oferta local incluye una amplia variedad de locales donde ir de tapeo, si bien se nota una falta de restaurantes que sugieran una oferta de plato, cuchillo y tenedor acorde a la oferta patrimonial y cultural. Esta situación se hace especialmente evidente coincidiendo con eventos puntales y, sobre todo en verano, con el regreso de los veraneantes y el cada vez mayor número de turistas que visitan el municipio.
En el caso de los alojamientos, Celanova cuenta a día de hoy con un hotel y se prevé la apertura de un segundo. En septiembre abrieron dos apartamentos turísticos en el centro y hay otro en proyección. También existe una casa de turismo rural y un albergue municipal que, para acontecimientos especiales, son importantes.
Conso - Frieiras - A “turnos” en A Mezquita para ofrecer café mañanero
En la comarca Conso - Frieiras, el núcleo de Vilariño solamente cuenta con un bar en la actualidad. En este término llegó a haber tres abiertos, pero dos cerraron en los últimos años.
En lo tocante a A Mezquita hay en estos momentos tres locales de hostelería, pero dos de ellos estarían más enfocados al ocio nocturno. Dado que por las mañanas solo suele haber uno abierto, cuando este cierra, uno de los otros dos abre para que los vecinos tengan un lugar en el que tomarse, al menos, un café por las mañanas.
En lo tocante a Vilariño, el Concello impulsó el albergue, que ahora ofrece servicio de restauración, siendo el único en este núcleo.
Ribadavia - En marcha el primer hotel del casco antiguo
La localidad de Ribadavia apenas dispone de plazas hoteleras, y este problema se incrementa especialmente en el casco histórico. La subasta de inmuebles por parte del Concello ribadaviense permitirá la construcción del primer hotel de la zona monumental. La comisión especial de seguimiento del Plan de Rehabilitación Integral (PEPRI) de Ribadavia dio este pasado verano el visto bueno al anteproyecto para el acondicionamiento de tres inmuebles, que se destinarán a la apertura de un alojamiento.
El futuro nuevo hotel de Ribadavia se ubicará en la rúa dos Fornos, y estará dotado con 13 habitaciones. De esta manera se pretende paliar la escasez de oferta hotelera en la zona.
Trives - Si hay nieve en la montaña, no hay hueco
La comarca trivesa ve como muchos de sus emigrados retornan cada verano y en periodos vacacionales a sus raíces. Esto hace que los concellos de Terras de Trives vean incrementada su población, llegando a duplicar la cantidad de residentes con respecto a los que están el resto del año.
Este aumento de población es positivo para la economía de la zona y también para el sector hostelero, pero si hay algo que es especialmente destacable, es el hecho de que que en estas épocas las plazas hosteleras se vuelvan insuficientes y comer en los locales municipales sea imposible si no hay cita previa.
No solo en verano se viven estas situaciones, sino también con la llegada de diversos eventos puntuales repartidos a lo largo del año que llenan la villa. Además, si la nieve visita la montaña, se acaban las plazas desde Castro Caldelas hasta O Barco, tanto en hospedaje como restauración.
