Una estudiante ourensana de 10 años publicó un libro donde relata los avatares de su corta vida OURENSE

Yaiza Moure: ‘Agora xa non noto a falta da miña nai pero cando estou con ela xogamos’

Yaiza Moure en medio de sus profesoras Loren Pérez y Mari Gómez, en la librería Malleira. (Foto: Archivo )
Yaiza Moure sólo tiene 10 años pero ya es la autora de un libro, titulado ‘Agora son unha nena feliz’. En sus páginas resume lo que ha sido su vida, años difíciles pasando por internados y familias desde que su madre la abandonó al nacer porque no podía hacerse cargo de ella. Con siete años su tía la acogió y desde entonces siente que la vida le ha dado otra oportunidad. ‘Síntome ben, feliz’, comenta. La recaudación íntegra de la venta de la obra de distribución privada costeará parte de sus necesidades.
‘Agora son unha nena feliz’. Con estas palabras resume Yaiza Moure cómo se siente; y a este sentimiento se aferra con todas sus fuerzas temiendo que, si no lo hace, su vida volverá a cambiar. El próximo 28 de agosto cumplirá 11 años pero a su corta edad ya sabe lo que es carecer de todo, y no sólo de lo material, sobre todo del cariño de sus progenitores. A su padre no lo conoce y su madre la dejó en un centro de acogida nada más nacer, en Vigo, porque según dijo, no la podía atender. Desde entonces pasó por varios centros hasta encontrar cierta estabilidad cumplidos los siete años, cuando una hermana de su madre la recogió del último internado de monjas en el que se encontraba muy a disgusto. Queriendo cerrar este capítulo de su vida, Yaiza comenzó a plasmar en el ordenador sus más íntimos pensamientos y el resumen de sus primeros siete años de existencia. Hace 15 días aquellas redacciones cobraron forma para convertirse en un libro de distribución limitada cuyos beneficios íntegros van a parar a un fondo a su nombre, que la ayudará a costearse algunas de las necesidades que le vayan surgiendo.

Sorprende el aplomo de Yaiza cuando habla sobre lo que ella llama ‘mis circunstancias’. No se lamenta, no pide nada y tampoco le concede mayor importancia al hecho de que, a través de este libro de 150 ejemplares de tirada, la gente pueda conocer su historia. Con tres meses, unos tíos suyos la recogieron para llevársela con ellos a vivir a Lugo. Poco tiempo después surgieron problemas y regresó a Vigo junto a unas monjas de acogida. Al cumplir tres años otros tíos se hicieron cargo de ella en O Barco. Se separaron y Yaiza se fue a vivir con su prima, y después con la abuela de ésta en Ourense. Una vez más, fue trasladada a otros dos internados debido a la falta de medios económicos de sus familiares. ‘Volvín quedar soiña, onde non coñecía a ninguén nin tiña ningún familiar con quen relacionarme’, relata Yaiza en su libro. Uno de los peores recuerdos que guarda de su estancia en el último de los internados es ‘cando lle pegaban ó neno pequeno porque se mexaba. As maiores cambiabámoslle a roupa e as sabas para que non se deran conta as monxas e non lle arrearan tanto porque o neno era pequeno e non tiña culpa’.

Tampoco le gustaba cuando la mandaban limpiar porque ‘era tan pequeniña que non podía coa basoira e mancábame nas mans’, recuerda Yaiza.

Cuando, con siete años, su tía Vicky y su familia se hicieron cargo de ella Yaiza tuvo una nueva oportunidad. ‘A miña vida cambiou cando me dixeron que ía vivir coa miña tía. Ó primeiro tiña medo porque non a coñecía. Despois de dous meses con eles todo foi ben’. Junto a su primo, la escolarizaron en el colegio Concepción Arenal y allí conoció a Loren, su profesora de tercero de Primaria con la que enseguida entabló una amistad más allá de las aulas. Con ella y su marido, el psicólogo Camilo Brandín, Yaiza pasa felices días de verano en Patos (Pontevedra) y Sarreaus.

Ellos la ayudan a dejar atrás sus miedos y a centrarse más en los estudios. Ellos le regalaron la impresión de este libro en el día de su Primera Comunión. ‘Con sete anos empecei a escribir no ordenador o que me pasaba cando era pequena e con nove díxome Camilo que podería ser escritora e eu non llo creía. Camilo e Loren déronme a sorpresa de velo impreso’, comenta Yaiza. ‘Aos meus amigos gustoulles e ás veces no recreo xogamos a recrear as persoaxes’, aclara esta joven llena de vitalidad.

En sus palabras es fácil apreciar la auténtica felicidad que no se empaña tampoco ni cuando habla de su madre, a la que conoce. ‘Agora atópome ben. O sábado fixen a Primeira Comunión. Estaba nerviosa porque xa pasara e o que máis me gustou foi estar cos meus amigos do colexio. Dos regalos gustáronme moito os patíns porque sempre quixen ter uns. O día da festa estiveron os meus tíos, a miña nai, meus primos. A miña nai ven ás veces a casa pero non moito; non se sabe cando vai vir. Agora non lle noto a falta pero cando estou con ela xogamos’. También su profesora Mari Gómez la ha apoyado haciendo la traducción del libro y mucho en lo personal.

Aprecia cada mínimo detalle y nunca pide nada, tal vez porque piensa que si lo hace su felicidad pueda romperse. Sobre quienes la han ayudado asegura que ‘Camilo e Loren son para mín os meus avós porque ós biolóxicos non os coñezo. A miña tía é a mellor cousa que hai, a persoa que máis quero neste mundo polo moito que leva feito por mín. Síntome ben e agora que esta parte da miña vida xa está escrita queroa olvidar. No 2010 escribirei outro libriño contando o que sucedeu no 2009’.

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