- Procura beber agua en pequeñas tomas.
- Realiza una dieta equilibrada que incluya frutas y verduras todos los días.
- Si sólo te acuerdas de beber agua al final del día, ponte alarmas o recordatorios.
- Incluye con frecuencia alimentos jugosos en el menú.
- Evita beber una gran cantidad de agua en un único momento.
- Aprovecha desayunos y meriendas para añadir 1 o 2 vasos de agua.
- Saboriza el agua con cáscaras de cítricos y trozos de fruta.
- Alterna la ingesta de agua con otras bebidas agradables como zumos, batidos, gelatinas, infusiones, etc.
- Come con preferencia frutas jugosas, blandas y fáciles de comer (sandías, melón, naranjas, etc.).
- Lleva una botella de agua siempre contigo.