Seguro que te viene a la mente algún plato al preguntarte por tu receta favorita de la infancia.
El reto de esta semana está pensado para que nos demos cuenta de que no debemos renunciar a las recetas que más nos gusten, tan sólo es necesario darle una vuelta para valorar qué posibles cambios mejorarían su calidad nutricional haciéndola más saludable.
Algunos ejemplos que os ponemos para que os puedan servir como inspiración:
-Huevos con patatas fritas y chorizo: hacer las patatas al horno y sustituir el chorizo por unas tiras de jamón a la plancha, los huevos fritos bien escurridos a la plancha y completar con vegetales, por ejemplo, una taza de gazpacho de primero y una ensalada variada para acompañar.
-Espaguetis boloñesa: utilizar la pasta integral, tomate triturado, una carne de calidad y para no tomar una ración enorme, completar con la parte de verduras y hortalizas pudiendo poner de primer plato unas judías salteadas, unos champiñones al ajillo, …
Existen muchas maneras para versionar esos platos que os sacan una sonrisa, solo debéis pararos a analizarlo y pensar qué cambio podríais hacer para mejorarlo y seguir disfrutando
