Vivir sin expectativas de nada, solo con la existencia cotidiana, dando por muerto todo lo anterior a este instante presente, pues realmente ya no existe, por mucho que nuestra mente se aferre a él, resultará impensable aun para una mente normal, pero bueno, todavía los más lúcidos, con fuerza de voluntad mayor y el paso del tiempo, podrán irse despegando de esa perdida de energía vital que el pensamiento circular, inútil y pesaroso ocasiona. Además pensamos más en el futuro para huir del pasado que para transcencenderlo, desarrollando lo más posible nuestra aparente identidad, sea en lo que sea, el caso es encontrar un sentido a la vida para sobrevivir, cada uno el suyo y así unos se identifican con una determinada profesión, otros con los negocios, otros con la política, otros con la cultura... y así hay tantos sentidos de la vida o caminos a seguir como personas que los siguen. Quizá fuera eso lo que le llevó a decir al psicoanalista Lacán que el verdadero sentido de la vida era el no sentido.
Al ser humano no le basta la existencia como tal, para poder vivir libre y feliz, sino que se pasa la vida buscando la manera inteligente de poder vivir mejor, bien sea con mayor reconocimiento de los demás, o acumulando cada vez más conocimientos inútiles, pues no le van a resolver el enigma de quién es el conocedor, que es imprescindible para que realmente encuentre la realización que busca. La erudición y la cultura están bien, pero una cosa es el mapa y otra el territorio. El mapa son las palabras, que hacen referencia simbólica a la verdadera cosa en sí, pero nada más! Conocer la cosa en sí, empezando por uno mismo requiere algo más que palabras, aunque reconozco que es el medio mas básico e inmediato que tenemos para entendernos, aunque sea insuficiente, vease sino como suele fracasar en casi todas las relaciones humanas, sobre todo en las políticas, y también entre nosotros mismos.
Quiero pensar que lo que dijo Lacán, no se refiere a la negacion de una variedad de sentidos o caminos que la vida pueda tener, y que por lo tanto no hay uno objetivo y verdadero, sino a que la verdad está mas alla de las palabras.
Lao-Tsé, en el Tao The King lo expresó así: "La Verdad una vez expresada ya no es la Verdad. Difícil lo tienen los buscadores. Cuando creen haber encontrado un camino para crecer en su propia realización, comprobarán, en el largo plazo, que es pura utopía y que no lleva a ninguna parte, solo a sobrevivir tercamente por unas ideas como máximo, para seguir manteniendo su querido ego.
La Verdad está mas en una actitud interna de ecuanimidad y aceptación, que no en un paradigma, articulado por la propia mente elucubradora y engañosa de que disponemos, pues es una mente dual: o nos vamos por el camino de la inmanencia o por el de la transcendencia, pero ambos caminos solo sirven para la especulación intelectual, a través de símbolos, no son siquiera lo que quieren expresar.
Lo que es, es en sí mismo. No necesita ser expresado con simbolos ni con ninguna otra cosa.
Pero claro, eso no nos basta, queremos ser algo más, queremos "crecer"más y luego mas y más... hasta que nos llegue la hora, si es que aún somos suficientemente sinceros con nosotros mismos, de aceptar y reconocer nuestras fantasías ególatras y en consecuencia tener el valor de volver al punto cero o al punto desde el que comenzamos. Seguramente que, si de nuevo emprendemos "el camino", esta segunda vez ya no nos alejaremos tanto del punto inicial. Posiblemente ahora nuestras ambiciones disfrazadas de idealismo, buenismo o lo que sea, ya estén mas frustradas y así el camino de regreso al punto inicial ya será menos doloroso. El número de veces que sigamos haciendo proyectos, destinados a fracasar, ya depende del karma de cada uno. Pero todo el que tenga la fe, coraje y paciencia suficiente, llegará un día, que no se separará mas de sí mismo porque comprenderá por fin, que él es lo que Es y será ya para siempre El Mismo.
