El nuevo capítulo del documental "Rocío. Contar la verdad para seguir viva" ha profundizado en el deterioro de la relación entre Rocío Carrasco y su hija, Rocío Flores. La madre ha relatado, a pesar de eliminar finalmente más de 11 minutos del metraje, la enorme tensión que había entre ambas y que desencadenó en la conocida agresión por parte de su hija en el año 2012, con sentencia judicial incluida. "Me cruzó la cara de lado a lado. Empezó a pegarme, pero mientras lo hacía va gritando ‘¡no me pegues!’ ‘¡no me pegues!’ y yo la miraba ahí y era ella la que me estaba pegando a mí. A mí me pasó como una película por mi cabeza. Yo sabía que eso obedecía a algo que no era normal", relató Carrasco, que después recuerda como su pareja, Fidel Albiac, trataba de reanimarla. "La niña se fue. Ella se asusta cuando me ve caer a plomo al suelo y se monta en el coche de Paco, que ya sabía lo que había. Él me dice que entró en el coche con un ataque de ansiedad y que, de repente, se transforma, saca un móvil y dice 'Papá, ya está hecho'".
Según cuenta la madre, no fue el único episodio de violencia. "En una ocasión ella estaba fumando dentro de la habitación. Entré y le reprimí por ello. Le pegó una calada al cigarro y me miró fijamente. Apagó el cigarrillo en el colchón y me dijo que la próxima vez lo hacía conmigo y quemaba la casa conmigo dentro", relató Carrasco durante la emisión del capítulo.
Durante el episodio, Rocío Carrasco también narró un episodio que tiene a su hijo David como protagonista y que contradice lo dicho hasta la fecha. Es lo que ocurrió en la Clínica Quirón de Málaga cuando el pequeño fue ingresado unas navidades por una neumonía.
Siempre se ha contado que Rocío Carrasco llegó siete días tarde al hospital donde estaba ingresado, pero no fue así y es que la protagonista de este documental ha llevado la documentación de la factura del hotel donde se quedaron. Esas navidades los niños le pidieron a su madre pasar las fechas señaladas con su padre y ella accede. Le extraña que cuando llega el día 25 de diciembre no recibe ninguna llamada.
Según narra, después de días intentando hablar con sus hijos, consigue hablar con Rocío Flores, que le cuenta que su hermano está ingresado por una neumonía. En ese momento: "Cogemos el coche y llegamos ese mismo día 30 de madrugada, abrimos la puerta y yo la escena que veo es una escena dantesca, veo a un niño más largo que un trinquete en una cama de un hospital lleno de sueros y a una tía igual que yo metida en la cama con el niño, era Olga. Y cuando entro dio un brinco y se tiró encima de Fidel a darle besos. Veo a mi enano, le empiezo a dar besos y él me mira y me dice `yo sabía que tú venías, ves Olga, como mi madre si venía que me habíais dicho todos que no iba a venir, yo sabía que tú venías con el Fidelito`".
