La cuarta parte de la población sufre, según un sondeo, más estrés por la incertidumbre económica

La crisis cambió los hábitos de la mitad de los españoles

La crisis ha aumentado el estrés.
Así lo afirma un estudio de la Fundación Pfizer, que afirma que el 44 por ciento de los ciudadanos padecen más estrés en su vida cotidiana que hace dos años por culpa de la situación económica. Para casi uno de cada tres ciudadanos (el 28%), la calidad de vida ha empeorado, principalmente porque sus ingresos son menores o porque su salud se ha deteriorado. Al 70 por ciento le preocupa un posible deterioro de la atención sanitaria y el 73,2 por ciento teme lo mismo respecto a las prestaciones y pagos a jubilados y pensionistas. En lo que respecta al empleo, el 44,3 por ciento de los trabajadores por cuenta ajena teme perder su trabajo en el próximo año, y más de 8 de cada 10 parados no cree que pueda encontrar trabajo aceptable a corto plazo, según el informe, presentado en el VII Foro de Debate Social.

En todo caso, casi la mitad de los 1.200 encuestados (48,1%) afirman que la situación personal y familiar es la misma que hace dos años, mientras que el 24,3 por ciento reconoce que es peor. Las razones de ese empeoramiento son haberse quedado en paro y que los ingresos personales son menores. La preocupación primordial es el trabajo para el 26,3 por ciento de los encuestados, a la que sigue la preocupación por la salud, el empleo de un familiar y la crisis económica en general.


CUIDADO PERSONAL

Estas circunstancias llevaron al 53,5 por ciento de los ciudadanos a cambiar de costumbres o renunciar a algo recientemente como consecuencia de la actual crisis económica. De ellos, la mitad (53,7%) modificaron sus actividades relacionadas con el ocio y uno de cada cuatro (24,2%) en los viajes. En cuanto a los hábitos alimentarios, el 74,6 por ciento opina que son los mismos, mientras que el 32,2 por ciento reconoce que tuvo que modificar su cesta de la compra habitual por la crisis económica, y ahora compra más barato.

También disminuyó la frecuencia de las prácticas de cuidado personal y del aspecto físico, lo que confirma el 41,9 por ciento de los encuestados. Este descenso se achaca a motivos económicos, y el 26,4 por ciento a la falta de tiempo. Menos cambios se observan en la atención médica. De hecho, 'para el 65,1 por ciento de la población este aspecto no se vio modificado y el 59,4 por ciento asegura que acude al médico con la misma frecuencia que estos años atrás', aseguró la presidenta de la Fundación Pfizer, Elvira Sanz Urgoiti. Pero eso no impide que para el 50 por ciento de los ciudadanos la atención sanitaria haya alcanzado un nivel bueno o muy bueno, mientras al 70,1 por ciento le preocupa su posible deterioro a corto y medio plazo debido al actual contexto económico.

Además, el 69,9 por ciento de la población se muestra inquieta por un posible deterioro a corto y medio plazo del sistema educativo público a consecuencia de la crisis, mientras que el 73,2 por ciento siente lo mismo respecto a las prestaciones y pagos a jubilados y pensionistas, y el 73,7 por ciento sobre los subsidios y atención a los desempleados.

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