Evita el jet lag si viajas lejos estas vacaciones

Aviones en el aeropuerto de Peinador, en Vigo.
photo_camera Aviones en el aeropuerto de Peinador, en Vigo.
Si eres de esas personas a las que les gusta viajar muy lejos en vacaciones, seguro que conoces el jet lag. Por si no es así, te damos una serie de consejos que te ayudarán a evitarlo

Es temporada estival, que asociamos a cosas positivas por lo general, aunque las vacaciones sean cada vez más caras. Pero se deben tener en cuenta ciertos "efectos secundarios".

Por ejemplo, los de los viajes largos, a otros países o continentes, hacia otras zonas horarias. Estas extensas travesías, a pesar de lo que ha mejorado el transporte internacional y su comodidad, pueden no ser idílicos. Más aún cuando nos cuesta adaptarnos al lugar de destino y se produce el conocido "jet lag".

¿Qué es el jet lag y cómo afecta a tu cuerpo?

No hacen falta extensas explicaciones: el jet lag, que tiene nombres tan diferentes como disritmia circadiana o síndrome de los husos horarios, es un simple desequilibrio de ese reloj biológico que vive dentro de nosotros y marca los periodos de sueño. De hecho, el jet lag puede ocurrir simplemente cuando se cambia la hora, o al pasar de un horario laboral a otro muy diferente de forma demasiado brusca. 

Entre los síntomas más frecuentes se encuentran el insomnio, el cansancio general y la irritabilidad, y se pueden llegar a padecer incluso estreñimiento y diarrea. El jet lag suele durar algo menos de una semana, aunque la duración tenderá a ser mayor si la persona es de edad avanzada. Otro matiz es que algunos investigadores señalan que el jet lag resulta más intenso al volver hacia el este. Mejor ir a EEUU que a la India.

Cómo evitar el Jet Lag

Se peude evitar el Jet Lag, o reducir sus efectos, adaptando tus horarios de sueño y comida al lugar del viaje mientras aún estás en casa, lo que ayudará a suavizar el cambio. Si viajarás a América, puede ayudarte ir a la cama tres horas después de lo normal los días anteriores. Al llegar al destino, evita siestas grandes que lo único que harán es trastocar aún más tus horarios.

Otras recomendaciones importantes son hidratarte (con agua, no café o bebidas azucaradas; ni alcohol, que deshidrata); moverte para activar la circulación e introducir en tu dieta alimentos que ayudan a controlar el ciclo del sueño: es el caso del kiwi, las lechugas, el pescado, el pollo, el arroz o las almendras y nueces.

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