El Consejo de Ministros acordó ayer bajar el IVA aplicado a la adquisición de obras de arte del 21 al 10%, según anunció la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, que calificó la medida de 'un primer paso' en la rebaja de este tributo para el resto de la cultura.
La vicepresidenta explicó que empezarán a tributar con el 10% de IVA la compraventa de objetos de arte y otros objetos de colección. Esta medida, indicó, supone la equiparación al impuesto que se aplica a las obras de arte en otros países europeos, con tipos reducidos como Francia, donde se tributa con el 10%, Alemania (7%), Italia (10%) o Bélgica (6%), indicó Sáenz de Santamaría. La vicepresidenta recordó que tras adoptarse medidas presupuestarias en relación al teatro, ahora se toman en el ámbito de las obras de arte, 'muy importante en un sector de la cultura fundamental en España'.
Con esta medida, las Fallas también se verán beneficiadas. Así, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, anunció que el IVA que soporta 'el mundo fallero' bajará del 21 al 10 por ciento en virtud de un acuerdo que afecta a diversos productos artísticos aprobado ayer por el Consejo de Ministros.
Por contra, los representantes de editoriales de libros de texto solicitaron una revisión del IVA de los contenidos educativos digitales (21 %) con el fin de adecuarlo al que se aplica a los libros en papel (4 %). Los editores insistieron en el 'sinsentido' que supone que los contenidos tengan una fiscalidad diferente en función del soporte sobre, y reclamaron una revisión de la legislación tributaria común que equipare la fiscalidad del libro digital a la que existe en los Estados miembros para el libro en papel.
Con esta medida, las Fallas también se verán beneficiadas. Así, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, anunció que el IVA que soporta 'el mundo fallero' bajará del 21 al 10 por ciento en virtud de un acuerdo que afecta a diversos productos artísticos aprobado ayer por el Consejo de Ministros.
Por contra, los representantes de editoriales de libros de texto solicitaron una revisión del IVA de los contenidos educativos digitales (21 %) con el fin de adecuarlo al que se aplica a los libros en papel (4 %). Los editores insistieron en el 'sinsentido' que supone que los contenidos tengan una fiscalidad diferente en función del soporte sobre, y reclamaron una revisión de la legislación tributaria común que equipare la fiscalidad del libro digital a la que existe en los Estados miembros para el libro en papel.
